Sociedad
La pobreza no monetaria, que atraviesa Argentina se manifiesta en la privación de derechos como educación, protección social y vivienda adecuada
Con una inflación y pobreza en ascenso, Por los Jóvenes - Don Bosco apuesta a una respuesta educativa y socio-comunitaria.
Para muchas familias, llegar a fin de mes se vuelve más y más difícil. La inflación superó la barrera del 100% interanual y afecta especialmente a los sectores más postergados. Esto se debe a que suelen sustentarse con empleos precarios y a que los mayores aumentos se producen en bienes básicos como alimentos.
De ahí que no sorprendan, pero sí sean una señal de alarma, los datos que se desprenden del último informe de INDEC. Para el segundo semestre de 2022, más de 11 millones de personas viven en situación de pobreza y más de 2 millones en indigencia.
Es una problemática que afecta al presente, pero también al futuro, con fuerte impacto en niños, niñas y jóvenes: en la franja 0-14 años más de la mitad son pobres y entre los 15 y 29 afecta a un 45%.
Un informe complementario de Unicef agrega al análisis la pobreza no monetaria, que se manifiesta en la privación de derechos como educación, protección social y vivienda adecuada. Del informe se desprende que casi 9 millones de niñas, niños y adolescentes sufren algún tipo de pobreza (monetaria o no monetaria) y casi 4 millones padecen ambas.
“La realidad nos está hablando”. Así traducen este panorama en la organización socio-educativa Por los Jóvenes - Don Bosco, una organización social, educativa y pastoral que acompaña las acciones de los Salesianos de Don Bosco en Argentina y refuerzan el impacto de sus propuestas en todo el país.
Las acciones que desarrollan permiten responder las necesidades urgentes, por ejemplo a través de merenderos en Santiago del Estero y La Rioja, así como promover una educación que permita atender el problema de raíz y generar herramientas para el futuro. Para ello brindan educación en todos los niveles y formación para el trabajo, como lo hacen en la Escuela Laboral Nazaret, en pleno Barrio Ludueña de Rosario.
Con el apoyo de donantes individuales y empresas, el año pasado han acompañado a más de 20 mil personas. Un gran número, pero la realidad indica que aún queda mucho por hacer. Detrás de las estadísticas hay familias con sus historias, a las cuales Por los Jóvenes - Don Bosco busca darles la vuelta y que tengan un final feliz.