¿Qué depara el futuro para los cultivos?
La incertidumbre persiste en la región pampeana mientras se acerca octubre
Sigue faltando agua y aumentan los riesgos para el trigo y el maíz. La probabilidad de precipitaciones aumenta para el martes 3 de octubre, pero antes hay riesgo de heladas.
La región pampeana se encuentra en vilo a medida que se adentra en el mes de octubre, un período crucial para la agricultura. Un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario ha arrojado luz sobre la preocupante situación que enfrentan los productores debido a la falta de lluvias y las condiciones climáticas adversas, especialmente en lo que respecta al cultivo de trigo y maíz.
Después de tres campañas de sequía, el sector del trigo enfrenta nuevamente un panorama desafiante. Según el informe elaborado por la Guía Estratégica para el Agro (GEA), el 43% de los campos de trigo se clasifican entre regulares y malos. Esto equivale a casi la mitad de la superficie sembrada en la región núcleo, abarcando aproximadamente 1 millón de hectáreas.
La situación se torna aún más crítica al considerar que el 70% de los cultivos de trigo se encuentra en el periodo crítico, que abarca desde la desplegación de la hoja bandera hasta la floración. En áreas del oeste y norte de la región núcleo, la falta de agua se ha vuelto crítica, y las advertencias sobre posibles rendimientos de tan solo 15 quintales por hectárea son una realidad preocupante. Esto contrasta drásticamente con el promedio de rendimiento de 38,8 quintales por hectárea en la región en los últimos cinco años, excluyendo el desastre del año pasado.
En el centro sur de Santa Fe, la situación es especialmente grave, con un 13% del trigo en condiciones malas. Cada día que pasa sin lluvia reduce el potencial de rendimiento del cultivo, y los técnicos estiman que se necesitan al menos 50 mm de lluvia de manera urgente para detener la caída en la producción. En otras áreas, como General Pinto en el noroeste de Buenos Aires, los cultivos pueden resistir hasta la floración, pero la falta de lluvia amenaza con comprometer la calidad y cantidad de los granos. La incertidumbre persiste, y todo depende de las condiciones climáticas futuras.
En cuanto al maíz, la situación no es menos preocupante. Aunque se ha avanzado en la siembra, aún falta por sembrar el 50% del maíz temprano en la región. Las áreas más afectadas, como el oeste y norte de la región, han sufrido una severa limitación en la capacidad de siembra debido a la falta de lluvia. Además, los suelos están más secos en comparación con el año anterior, lo que aumenta la presión sobre los productores para completar la siembra en tiempo y forma.
En nuestra provincia, desde la Bolsa de Cereales de Entre Ríos se indicó que hasta el momento, el área destinada a la siembra se encuentra cercana a la del año anterior, que fue de 378.900 ha; aunque, actualmente se presentan dos factores fundamentales, que están condicionando la planificación original. En primer lugar, la escasez de humedad en el suelo, especialmente en las zonas Norte y Oeste del territorio, donde las lluvias en las últimas semanas fueron escasas o nulas. En consecuencia, están obstaculizado el progreso de la siembra en muchos lotes. En la región de la costa del Paraná, la emergencia del cereal es lenta y despareja, con el agravante que, en algunos casos, siembras realizadas hace 15 días todavía no han emergido. En contraste, las zonas del Sur y Este presentan excesos de humedad en el suelo, lo que ha llevado a la interrupción de las labores agrícolas. En estas áreas, la implantación de los cultivos se considera en la mayoría de los casos como buena.
La ventana de tiempo para la siembra de maíz se reduce cada día que pasa sin lluvia, y muchos productores están considerando cambiar a la soja si las precipitaciones no llegan pronto. Esta situación es una fuente de preocupación para el sector, ya que la siembra de maíz temprano es esencial para garantizar un rendimiento óptimo.
Además de la falta de lluvia, la calidad de las semillas de soja también está en cuestión. Un porcentaje significativo de las semillas analizadas presenta problemas de poder germinativo, lo que complica aún más la situación de los productores. Se recomienda un cuidado especial en la elección de semillas, así como el uso de fungicidas y otros tratamientos para maximizar el rendimiento.
A medida que los productores continúan luchando contra las adversidades climáticas, la incertidumbre y la preocupación aumentan. La esperanza se centra en las predicciones de lluvia para la próxima semana, pero la naturaleza sigue jugando un papel crucial en el destino de la temporada de cultivo. El sector agrícola se encuentra, sin duda, "en jaque" mientras espera ansiosamente un giro en las condiciones climáticas que pueda aliviar la difícil situación en la que se encuentra.