Sociedad
La icónica figura del conejo mexicano de Paraná es retirada tras más de 50 años de historia
Este miércoles, un símbolo distintivo de la ciudad de Paraná desapareció de la fachada de un antiguo motel ubicado en la calle Blas Parera al 2000. La figura del conejo mexicano, que por más de cinco décadas había sido un referente popular en la ciudad, fue finalmente retirada en cumplimiento de una disposición emitida por la Municipalidad. La estatua, que desde la década de 1970 adornaba el edificio, presentaba una imagen única de un conejo vestido con sombrero, bigotes, cinturón cruzado con cartuchos y un arma, evocando la estética tradicional mexicana.
El conejo mexicano había sido durante años una figura familiar en el paisaje urbano paranaense. Su tamaño y detalles, que lo convertían en un punto de referencia y una especie de atractivo turístico, lo hicieron famoso entre los locales y visitantes. Para muchos, la estatua era un recuerdo nostálgico de una época, un testimonio de la historia visual de la ciudad, y un icono que destacaba en la memoria colectiva de los paranaenses.
Sin embargo, la imagen del conejo fue retirada este miércoles por una orden municipal, la cual había sido solicitada hace más de dos años. El motivo de la solicitud de extracción responde a la necesidad de despejar la zona y mejorar la visibilidad del entorno. Según indicaron desde la comuna, la figura, aunque apreciada por su valor histórico y su peculiaridad, obstruía la vista del lugar, lo que dificultaba el flujo normal de la circulación y el uso adecuado del espacio.
Además, el retiro de la estatua se acompaña de trabajos de poda de los árboles cercanos, los cuales también limitaban la visibilidad en la zona. Estas acciones forman parte de un plan de embellecimiento y mejora urbana que busca dar mayor protagonismo a la infraestructura circundante y facilitar la circulación en esa área específica de la ciudad.
Si bien la figura del conejo mexicano fue retirada con la intención de mejorar el entorno urbano, la decisión generó una reacción mixta entre los paranaenses. Mientras algunos consideran que se trata de una medida necesaria para optimizar la zona, otros lamentan la pérdida de un emblema que representaba parte de la identidad de Paraná.
Lo cierto es que el conejo, aunque ya no forme parte del paisaje urbano de la ciudad, permanecerá en la memoria de quienes lo vieron a lo largo de los años, como un símbolo inconfundible de la ciudad y de una época pasada que marcó a muchas generaciones de paranaenses.