La Argentina es uno de los cinco países líderes en consumo de huevos
Por Héctor Eberle (*)
La producción de huevos en la Argentina aumentó en los últimos 10 años de una manera importante, pasando a tener hoy alrededor de 43 millones de gallinas con un consumo per cápita de 275 huevos por año. Actualmente nuestro país lidera este alto consumo en forma compartida con México, Japón, China y los E.E.U.U; pero además es el país de América que mayor crecimiento ha logrado en producción de huevos, en la última década.
Felizmente la Argentina cuenta con un muy buen nivel sanitario estando libre, sin vacunación, de Newcastle o de Gripe Aviar, por ejemplo, que hoy día afecta a muchos países del mundo como ocurre en los últimos tres años en EE.UU. y México que han tenido altos brotes. El flagelo también afecta a doce países de la Unión Europea.
Huevos de gallinas libres
Se puede señalar que la avicultura de huevos en la Argentina ha invertido mucho también en los últimos quince años, pasando a tener en la actualidad alrededor del 50% de producción de huevos en sistemas de batería, donde se cuenta con ambientes controlados, suministro de alimento y recolección de huevos en forma automática. El resto todavía sigue en jaulas tradicionales, donde la mano de obra tiene una participación importante. Pero, se debe decir también que en países europeos, EE.UU. y Canadá, se pasó a otros sistemas de producción basados en la corriente del bienestar animal. Es decir que la gallina tenga más disponibilidad de espacio. Así puede rascar, puede aletear e inclusive duerme sobre varas–perchas, lo que hace a un hábitat más natural, libres, sin jaulas.
Esto comenzó a través de una normativa obligatoria en Europa, donde a partir de enero de 2012 la gallina debía tener el doble de espacio disponible hasta ese momento, pasando de 380 cm. a 780 cm por ave. Luego, el mercado se encargó de ir más allá de la normativa y empezó a requerir para el consumo huevos de gallinas que estén sueltas. Hoy, países como Holanda, Inglaterra, Alemania, entre otros, ya no tienen gallinas en jaulas, y otros países como EE.UU. van hacia ese sistema. Esta tendencia está llegando también a Latinoamérica, básicamente a México, Colombia, Brasil, Chile y la Argentina. Cuando digo la Argentina, confirmo que ya desde este mes de julio se estará produciendo mayonesa con huevos de gallinas libres producidos en nuestra zona. La empresa Tecnovo S. A., productora de huevo industrializado, líquido y en polvo, suscribió un contrato de abastecimiento de este tipo de huevo con la Granja de Siete Hermanos S.R.L., de Eberle Hermanos, ubicada sobre ruta nacional 12, ejido Crespo. A través de este acuerdo con los socios de Tecnovo S. A., esta granja se comprometió a realizar el nuevo tipo de producción cumpliendo con la demanda de un mercado que requiere huevos de gallinas libres. Así se abre desde Crespo un nuevo camino en la producción de huevos, empezando a insertar a la Argentina a esta tendencia mundial, de la que seguramente muy pronto serán parte otras empresas ya interesadas en conocer las características y posibilidades de desarrollar el producto.
Es decir que cambia totalmente el concepto de producción de huevos, aparece otra forma, otros costos, otros riesgos sanitarios. Sostengo que no habrá otra alternativa que convivir con ese sistema de producción con la posibilidad de atender un porcentaje del mercado, un mercado que nos irá dando señales para el futuro. Pero está claro que hay países que ya llegaron al ciento por ciento de producción de huevos de gallinas libres.
El juego en el mercado internacional
Un concepto aparte es la participación de la Argentina en el mercado internacional de ovoproductos. Sobre este punto quisiera recalcar dos cosas. En primer lugar creo que la parte productiva debe asumir mayor compromiso y conciencia de que en nuestro país todavía puede crecer mucho la producción de huevos, pero no podremos consumirlos a todos, puesto que con toda la proteína animal que ingerimos los argentinos, da una escasa posibilidad de aumentar el consumo en cantidad de huevos, salvo que le ganemos a otra proteína animal. Por otro lado, para exportar tendremos que producir bajo los nuevos sistemas de bienestar animal si queremos vender, porque es lo que compran esos países; de lo contrario estaremos muy limitados para actuar en el mercado internacional.
(*) Gerente de Tecnovo SA