La Agrupación Victoriense de Escritores presentó su cuarto libro
Victoria.- La Agrupación Victoriense de Escritores (AVE) presentó su cuarto libro, denominado Cuarto Vuelo. Se trata de un compendio de poesía y narrativa de 22 autores que cuenta con obras de niños hasta personas mayores. La edición está dedicada a la memoria de dos compañeros que “ya no están en este mundo”: Juana Rómulo y Rubén Rubilar.
En la AVE hay muchas historias diferentes. Historias detrás de historias. Cada cuento, cada poesía son los sentimientos y pensamientos de sus autores. Hay una maestra de islas carismática que hizo participar a su nieto de 9 años en el libro, una inteligente mujer devota de San Benito que fue monja 42 años y muchas personas más que espero no se molesten por no poder nombrarlas a todas a causa de los límites del papel.
Humberto Nichea es el fundador y coordinador general de la AVE. La agrupación creada por Humberto ha recibido sendos decretos de Interés Cultural por el Concejo Deliberante de Victoria y por la Honorable Cámara de Senadores de Entre Ríos. Además, la agrupación concurre a escuelas e instituciones para brindar su experiencia como escritores, editores y demás.
Hay que tener en cuenta que la AVE también funciona como editorial.
Esto se gestó en 2014. “En Victoria había un vacío para las personas que escribimos: no teníamos un lugar dónde expresarnos. Entonces, empecé a conseguir gente que escribía y comenzamos nuestras reuniones. En la actualidad, el motor de AVE es Alejandra Rivero, que es multifunción: es la secretaria, compiladora, correctora, editora y poeta de la agrupación”, comentó.
“Hoy tenemos la satisfacción de hacer el cuarto libro, pese a la inflación que tenemos. Hicimos trámites muy grandes para lograr que se nos congelara el precio y mantener lo que habían aportado los escritores. Felizmente, tenemos un buen libro, de calidad. Y todo es made in casa”, contó Humberto.
“En el cuarto libro tenemos 22 autores, entre ellos hay poesía y cuentos. Es un libro de unas 100 páginas”, detalló Alejandra. Por su parte, Humberto añadió: “Somos muy económicos, no gastamos nada. Solamente la edición. La agrupación Cultural Victoria nos presta su lugar, por lo que no tenemos gastos de mantención, funcionamos en el aire”.
En esta edición el lector se encontrará desde la obra de Lucas Spessotti, un niño de 10 años inspirado en los animales y la naturaleza, incentivado a participar gracias a su abuela Sonia Risoglio, quien también escribió en el libro, hasta la participación de una mujer de 88 años llamada Carola Renee Álvarez, venida de Rosario. Así, como éstas, hay 20 historias más.
Teresa Beatriz Ponce Delmastro fue monja 42 años. “Mi formación es benedictina, mi estudio de biblia y liturgia. Además, yo soy maestra. La poesía siempre estuvo en los claustros. La poesía empieza con el pueblo hebreo que escribió los salmos. Los monjes cantan, en la semana, los 150 salmos y se lee la Sagrada Escritura, que tiene mucha poesía. En La Biblia, en hebreo, se siente la música. Ellos lo hacían todo con música, con ritmo. Toda la Sagrada Escritura tiene un trasfondo de música”, señaló Teresa Beatriz. Asimismo, añadió que es mi importante el silencio y la contemplación de la naturaleza y de los seres humanos para encontrar la belleza en la creación.
También está la historia de Rodolfo Gallo, discípulo del pintor de las islas, Raúl Domínguez y gran admirador de la naturaleza en su conjunto. “Las emociones se transforman en sentimientos y pensamientos, y si éstos quedan volcados en las letras es más lindo. Mi madre no biológica me llevó por el camino de la espiritualidad. Crecí en la metafísica y, en su tiempo, pertenecí a la escuela científica de Allan Kardec. Allí aprendí lo que es el espíritu y cómo trabaja la mente. Con los años, me han pasado distintas cosas en la vida, estudié medicina hasta tercer año, en Oro Verde estudié de ingeniero agrónomo y fui guía de un monte nativo, y en la actualidad soy jubilado bancario, pero me dedico a las aromáticas. Creo que tenemos que volver a la fuente. Hemos perdido, por ejemplo, la gastronomía de los aborígenes y de los antiguos, algo que nos beneficiaba a la salud”, dijo.
En conclusión, Cuarto Vuelo contiene historias diversas, escritas por personas de diferentes edades y experiencias. Todas formando parte de una agrupación que ha logrado perdurar durante todos estos años, atravesando crisis económicas, sanitarias y tantas otras.