Iniciativas justicialistas: Promueven declaración de emergencia y fomento a la agroecología
Crespo.- El bloque de concejales del Frente para la Victoria, presentó dos proyectos de ordenanza en la última sesión del Concejo Deliberante, realizada el miércoles 16 de mayo pasado. Ambos proyectos pasaron a estudio en comisión del HCD.
Emergencia Social y Comercial
El primer proyecto de Ordenanza declara la Emergencia Social y Comercial, por el término de dos años, como consecuencia del costo elevado de la tarifa eléctrica; también por los elevados impuestos nacionales y provinciales y las tasas municipales que componen la factura. Se autoriza al Ejecutivo a reducir en un 50% lo percibido por la Contribución Municipal e igual porcentaje en la Tasa Municipal CF/CV.
La vigencia propuesta es de dos años, prorrogable por un año más, “una vez analizada la situación económica imperante al vencimiento del plazo estipulado”.
Los argumentos remiten al incremento de las tarifas eléctricas que desde principios de 2016 aumentaron un 833%, “pasando del valor de un kilovatio de 107 a 995 pesos”. Señalan que la carga impositiva en Crespo representa un 63,695% sobre los conceptos que se detallan en la facturación: municipio con contribución municipal de 8,695% y tasa municipal 16%; provincia 18% correspondiente al Fondo de Desarrollo Eléctrico y 21% de IVA, impuesto nacional. Se indica que Enersa, al estar exenta de tasas y contribuciones a los municipios, abona a estos el 8% de sus ingresos brutos.
Más adelante, en el proyecto se subraya que “la situación económica de las familias crespenses ha sido en parte causada por los exorbitantes incrementos del costo de la energía eléctrica, que han superado cualquier previsión, y no tuvo la gradualidad necesaria para evitar castigar el bolsillo de miles de ciudadanos, a los que se les hace imposible cubrir los costos fijos”. También, los aumentos tarifarios “han afectado al comercio y las empresas, provocando dificultades económicas o, en el peor de los casos, cierres definitivos, consecuencia de los elevados montos de las facturas de servicios y por la recesión de ventas; considerando que esto no es un problema de estructura de costos, sino que es un problema de aumento de tarifas, principalmente nacional”.
Considera el bloque opositor que “vemos la necesidad de que con urgencia el estado municipal aplique, bajo ordenanza, la reducción de tasas que contribuya a paliar la situación económica”. Señalan que “el gobierno provincial realizará una reducción del 50% de las cargas provinciales en la factura de energía, correspondiente a FDEER” y que también se comprometieron a reducir tasas municipios como Paraná, Maciá, Basavilbaso, Diamante, Concordia y Seguí, entre otros. Agregan que el presidente de la Nación pidió a los distritos que eliminen los impuestos sobre servicios públicos “para aliviar las cargas sobre los comercios, las pymes y los consumidores”. Finalmente, sostiene el peronismo que la Ordenanza 12/14 crea el Programa sobre Uso Racional de la Energía “aportando las herramientas necesarias, a los fines de preservar el medio ambiente y establecer un ahorro monetario”.
Fomento a la producción agroecológica
El segundo proyecto de ordenanza propone crear el Programa de Fomento de Producción Agroecológica Urbana y Rural. En su parte normativa, el proyecto propone:
- Crear un Programa de Fomento de Producción Agroecológica Urbana y Rural, estableciendo una zona municipal de agricultura ecológica comunitaria;
- Crear un Registro Municipal de Productores Agroecológicos; los inscriptos podrán recibir apoyos en planes, asesoramientos, ayuda económica, acceso a créditos y subsidios; acceso a lugares de venta, ferias, exposiciones y encuentros; tendrán prioridad en compras estatales y difusión de sus producciones a través del municipio;
- El Programa podrá hacer seguimiento de establecimientos inscriptos en el Registro, verificando que cumplan con protocolos de producción agroecológica; otorgará en forma gratuita un sello de origen a materias primas y alimentos que cumplan con requisitos establecidos.
- Fomentar sistemas de producción agroecológica, mediante la producción, distribución, industrialización casera y artesanal, entre otras acciones, de alimentos saludables;
- Se considera alimentos saludables los que se logran a partir de considerar en forma interrelacionada las dimensiones de sustentabilidad ambiental, económica, social y cultural;
- Disponer un espacio local municipal para una huerta urbana agroecológica, destinada a producir alimentos sanos y accesibles a la comunidad en general;
- La huerta dependerá de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ambiente;
- El personal que la atienda estará coordinado por un profesional o persona idónea y deberá “comprometerse con la agroecología y capacitarse en la materia”;
- Lo producido estará disponible para la venta a la comunidad en general; se prevé la realización de ferias “con cierta periodicidad”. Lo recaudado se destinará a solventar estos emprendimientos.
Argumentos
En los argumentos se repasa la legislación nacional y provincial, los mandatos constitucionales que promueven la agricultura orgánica en todas sus formas. Se señala que la agroecología “es compatible con el turismo rural, fomenta el desarrollo local, crea empleo rural, ocupa territorio rural mejorando la distribución de la población, defiende la soberanía alimentaria, favorece el desarrollo de la biodiversidad, produce alimentos sanos y variados que mejoran la dieta de la población, permite producir alimentos sanos con escaso traslado y menor uso de combustible, siendo esto vital para combatir el cambio climático y que en conjunto, la agroecología mejora la resiliencia de las localidades frente a adversidades ligadas a los alimentos y al deterioro ambiental”.
También se fija como objetivo apoyar y articular políticas, programas y acciones que impulsen el desarrollo de sistemas de producción agroecológica y, a largo plazo, estimular la transición hacia la producción agroecológica a nivel municipal “no sólo en la zona donde el uso de pesticidas peligrosos está prohibido, sino también fuera de ella, comenzando de esta manera un camino de transición hacia un nuevo modelo de agricultura que nos permita repoblar el campo, valorar los saberes ancestrales, producir en escala más pequeña y armoniosa con la naturaleza, proteger el medio ambiente, cuidar los ecosistemas (…) promover el desarrollo local, el turismo ecológico, generar fuentes de trabajo en el campo, defender la soberanía alimentaria y territorial; y fundamentalmente, mejorar la dieta alimenticia y preservar la salud de la población”.