Hoy se conmemora el Día del Trabajador Gráfico
Hoy 7 de mayo se celebra el Día del Trabajador Gráfico en Argentina en recuerdo de un nuevo aniversario del nacimiento de Eva Duarte de Perón, ya que fue ella quien en junio de 1950 intervino para que se lograra la firma del primer convenio nacional, que contenía una cláusula que establecía esa fecha como el Día del Trabajador Gráfico.
A principios del siglo xx la gráfica local atravesaba cambios paradigmáticos en lo tecnológico, lo práctico y lo conceptual. Es así como en el centro de este momento de transformaciones se encontraron los tipógrafos, que veían cómo sus trabajos se sintetizaban progresivamente por la máquina.
Una institución pionera, el Instituto Argentino de Artes Gráficas, fundado en Buenos Aires en 1907, fue protagonista de los cambios en las practicas gráficas, que sumado a la renovación de los cánones visuales de la mano de la nueva tipografía, estaban anticipando el surgimiento de un nuevo perfil profesional: el del diseñador gráfico. Anteriormente, en 1857 surgió la Unión Tipográfica Argentina fue el primer sindicato en su rubro creado en el país.
Pero hay otro inventor, alemán, nacido en Maguncia, que hizo sin duda avanzar al mundo: Juan Gutemberg, nació en 1468, unos 25 años antes del descubrimiento de América e inventó la imprenta. Hasta entonces, los libros eran escritos a mano, uno por uno, obviamente. Requerían largas horas de trabajo y eran tan raros y codiciados como las joyas.
Gutemberg creó un sistema de impresión que utilizaba caracteres individuales por cada letra, para formar las palabras. De esta manera abrió la posibilidad de reproducir una obra en un gran número de copias, todas idénticas y para algunos autores se transformó en parte fundamental de la historia de la gráfica en el mundo.
Hay inventos que cambian para siempre la historia porque suponen un avance en el bienestar y el desarrollo intelectual de la humanidad. Uno de esos inventos es el de la imprenta, ya que gracias a ella la difusión de la cultura alcanzó niveles hasta ese momento inimaginables, haciendo posible el acceso al conocimiento a grandes masas de población que habían permanecido al margen de cualquier posibilidad de enriquecerse con el saber de los libros.