Hoy Entronizarán la imagen más alta de la provincia en honor a San Expedito
Nogoyá.- Este miércoles 19 de abril, la iglesia católica celebra en su santoral a San Expedito, considerado el patrono de las causas justas y urgentes y es venerado por miles de personas.
El quiebre de su historia de fe, se determina cuando Expedito decidió convertirse a la fe cristiana, luego de ser comandante de la XII Legiones romanas a las órdenes del Emperador Dioclesiano.
Entonces decidió predicar su fe a toda su tropa y a defender a todos los cristianos que eran enviados a los circos a luchar contra leones y ser devorados por ellos, lo que despertó la ira del Emperador Dioclesiano, que dio la orden de matarlo, siendo decapitado el 19 de abril del año 303.
A 1700 años de esa historia, en un pequeño rincón entrerriano la fe hacia San Expedito ha dado claras muestras de vigencia en manos de Valentina Fernández, una escultora que si bien es considerada nogoyaense, en la última década se arraigó en XX de Septiembre y dio forma a esta obra que es considerada como un broche de oro en la vida espiritual de la artista.
Valentina accedió a dialogar con Paralelo 32 y adelantar parte de lo que será un día de fiesta y de gran significado espiritual para la localidad y toda la región.
Al ser consultada sobre el tiempo que le llevó realizar la obra, menciona que fueron más de diez años, “comencé con los primeros hierros y a acumular material, está hecho en piedra reconstituida, con hormigón, granito y marmolina, lo que se denomina como técnica mixta, trabajando algunas partes modelándolo y otras partes en directo. Primero pensé en hacer una imagen de 1,50 metros, después pensé en llegar a los dos metros y hoy puedo decir que terminado con su basamento mas la elevación del terreno, el santo estará en los nueve metros de altura”, contó valentina al medio.
A la hora de contar acerca de los recursos para llevar adelante tamaña obra, la artista reconoce que es muy costosa, pero ahí comienza a deslumbrarse la cuestión de la fe y la perseverancia. “La encaramos a nivel familiar con mi esposo Luis y mi hijo León, teniendo colaboraciones de algunos amigos cuando ha faltado alguna bolsa de yeso o hierro. Mi familia estuvo en todo, mi marido es un jubilado municipal y a veces tener que comprar bolsas de granito, de marmolina o pinturas y era todo un tema” reconoce.
Sobre los detalles de la obra, Valentina Fernández anticipó que se emplazará en un monte elevado artificialmente en forma de media luna, donde se apoya un basamento para luego apoyar en él la imagen, que estará mirando al este, indicando la salida del sol, el nuevo día y la esperanza.
“En la escultura San Expedito está pisando un cuervo, porque así se le presentó el demonio cuando él decidió convertirse al cristianismo y dedicar su vida a Cristo”, fundamenta, y agrega que la pieza pesa más de 1.500 kilos, “tiene una corona artesanal trabajada con trocitos de herramientas del agro, pensando en lo mucho que necesitamos de esas herramientas y las personas que trabajan la tierra. Por eso esta corona está realizada con materiales reciclados que representan al campo, a sus trabajadores, podría ser el peón o el patrón, eso no importa porque el campo tiene mucho peso en la vida diaria y nos beneficia mucho a nivel país así sea desde un puntito minúsculo del país como es el XX de Septiembre”, afirma la autora de la obra y confirma que es la de mayor altura en honor a San Expedito en la provincia de Entre Ríos, y por unos centímetros no supera la más alta del país que se encuentra en San Juan.
Desde el próximo miércoles, la localidad del XX de Septiembre lucirá la imagen del santo de las causas justas y urgentes en el predio ubicado en la intersección de calles Las Marías y Ejército Argentino, el que gestionó la comuna ante el gobierno provincial para que este predio sea dedicado al santo, donde la gente podrá orar, ir con su sillón y tener momentos de recogimiento espiritual.
Mas que una artista, una persona de fe
Valentina no oculta su emoción ante el inminente emplazamiento de su obra que viene ideando y plasmando hace diez años. Para tomar dimensión, su San Expedito es más alto que la cruz de la unidad que se emplazó en el predio de Schoenstatt en la zona de Barrio Chañar.
“Me pongo en las mañanas aceite bendito y agua bendita, que me traen amigos de Lujan o del Padre Ignacio, preparo mis manos y rezo cuando se trata de una obra religiosa para que saque todas mis falencias, no quiero contaminar la imagen. No sé si esto es de una persona normal, pero yo rezo y agradezco la oportunidad que me dio San Expedito de trabajar en silencio” va narrando la artista cuando fue consultada sobre el significado espiritual que tiene este logro.
“Esto es cerrar un ciclo en mi vida, es algo muy fuerte porque a pesar de algunas adversidades en mi vida, el santo me ayudó a seguir y eso para mí tiene un significado muy grande. Es una promesa que le debo a San Expedito, le pedí que me llevé a un lugar donde yo pueda seguir trabajando en la escultura, yo no sabía si me iba a llevar a Hernández a Betbeder o a Febre, quería trabajar en paz y seguir aportando una partícula a la gran montaña que significa la fe católica, haciendo mis santos” reflexiona.
“Quería también despertar la fe que por ahí se nos adormece, que le puede pasar a mucha gente, con tanta tentación reinante. Lo que deseo es que al estar la imagen en un lugar a cielo abierto, cuando alguien pase a caballo, en auto, o como sea, tal vez pueda detenerse a rezar un Padrenuestro y volver a reverdecer el amor por la iglesia” anhela la autora y asegura que para ella, “el arte es una herramienta, he sido autora de imágenes que queda escondiditas en una capilla y cada uno tiene una misión, porque los santos fueron personas que tuvieron las mismas falencias que cualquier humano pero fueron elegidos para ayudarnos”.
Valentina asegura que cada una de sus obras tiene su importancia “pero esta tiene su significado especial por circunstancias que he pasado en este último tiempo. Ahora creo y siento esta obra es como un broche de oro a nivel espiritual, poder haberle dedicado tantos días y horas a esta escultura que simboliza lo libre de obstáculos, de la acción rápida y de ir por la vida sin enredarse”.
La promesa está cumplida
San Expedito estará emplazado para cosechar muestras de fe y ya dejará de ser la imagen que esculpió Valentina Fernández. Ella mismo lo dice: “soy una persona más de fe que artista, a lo largo de mi vida he hecho lo mejor que puedo, me he brindado en cuerpo y alma en cada escultura. Hoy si me toca morir, muero en paz, hoy cumplí mi promesa, está la imagen y ahora ya es de los devotos, ya no tengo nada que ver yo”, sumando agradecimientos a la presidenta comunal Adriana Hernández por aceptar su propuesta, a Ricardo Rode por crear un proyecto extraordinario y ambicioso para el basamento.
“Gracias al grupo de albañiles que en esos días de sensación térmica de 40° trabajaban de noche, a mi hijo León, mi esposo Luis, mi hermano Roberto y a esos amigos que cuando me faltó una barra de hierro o cemento me dijeron: “ya te consigo y así se logró lo que se verá el miércoles”.
Por último anheló: “queremos que esto sea una fiesta religiosa, donde los artesanos del pago puedan ofrecer sus trabajos, que sirva este movimiento para la fe y para la ayuda al prójimo. Una vez que el Santo esté en su lugar invitaré a toda la gente de distintos puntos del país que quieren venir a rezarle, se lo conoce mucho”.