Historia de un victoriense que salió de los problemas económicos ayudando y recibiendo ayuda
Victoria (Paralelo 32).- Daniel Moreyra era uno de los tantos trabajadores informales antes de que se decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio. La cuarentena lo dejó sin trabajo y con deudas. Estaba pagando una moto y alquilaba. El escenario no lucía muy bien para él.
“Cuando empezó la pandemia saqué el permiso de circulación de delivery. Usé la moto que tenía para hacer moto-mandados”, dice. Aunque no estaba en posición de ayudar, la idea, en realidad, le surgió para, justamente, ser solidario con sus vecinos.
“Yo no quería ni cobrarlo, quería ayudar a la gente mayor. Pero vi que podía trabajar de esto, así que empecé a hacer publicidad y ofrecer mis servicios para el que podía”, añade.
Gracias al fruto de su trabajo, Daniel pudo juntar dinero y reacomodar si situación económica. Sin embargo, para que esto suceda, primero tuvo que encontrarse con la solidaridad de del prójimo, que significa de los más próximos a él.
“La gente del departamento en el que estoy viviendo me aguantó tres meses sin cobrarme el alquiler. Ellos sabían de la situación mía y me dejaron ponerme al día”, cuenta.
El gesto solidario
El espíritu solidario y de empatía de los que lo ayudaron contagió a Daniel, quien desde el comienzo tenía ganas de ayudar a las personas que lo necesitaban. “Si otra gente que no te conoce te ayuda o te da una mano con el emprendimiento que estás empezando, ¿por qué yo no voy a hacer lo mismo?“, Daniel.
La solidaridad no es algo nuevo en Daniel, pues es bombero voluntario hace diecisiete años. De lo anterior se sigue que su vocación de servicio a la comunidad viene desde hace tiempo.
“Hola, gente, bueno día. Ofrezco mi servicio de moto-mandado para toda persona que esté aislada y necesite que le lleve mercadería o algo de su necesidad sin costo alguno. Les dejo mi número: (3436)-618755”, reza el comentario de Facebook que Daniel compartió sin tener idea de que se viralizaría.
Así, Daniel encontró la forma de seguir ayudando. Su comentario despertó la solidaridad en otras personas, que rápidamente comentaron e imitaron el accionar de Daniel, cada uno ofreciendo lo que podía.
“La idea es estar junto al que lo necesita. Yo no tengo nada que ver con la política, simplemente quiero ayudar y listo”, aclara.
“No se trata solamente de criticar a los políticos, sino también de que cada uno ayude, actúe. Por mi parte, cuestioné el trato y la ayuda que recibían muchos de los aislados, sin ninguna pretensión partidaria, pero no me limité a criticar. Además de criticar, ofrecí mi ayuda”, se explaya.
Daniel Moreyra es uno de los tantos argentinos trabajadores. Su espíritu lo hizo salir de los problemas económicos durante la pandemia. Sin embargo, no reduce su discurso a que, si él pudo, todos pueden, pues comprende la importancia de la solidaridad y el altruismo en momentos colectivos de crisis.
“Una forma de devolver la ayuda que recibí de gente que me conocía poco es yo también ayudando. Incluso a los que no conozco”, reflexiona, finalmente nuestro entrevistado.