Hay personas con trabajo pero los ingresos no alcanzan para cubrir sus necesidades, aseguran en Cáritas
Crespo– La situación económica es apremiante, aun para muchos que tienen trabajo y se está empezando a poner en evidencia en los lugares donde la ayuda social suele ser un paliativo.
Cáritas de la Parroquia San José, además de brindar asistencia en el plano económico, desde hace algunos años trabaja fuertemente en la promoción humana. “Entregamos el bolsón de alimentos con una charla informativa y acompañamos a las familias en ayudarlas a insertarse de alguna manera aunque sea en una actividad chiquita”- dice Valeria Silvero, coordinadora del brazo social de la iglesia católica. En este sentido completa “hay varias chicas haciendo repostería, pizzas y tratamos que tengan un estilo propio, algo que haga diferente sus productos, dándole un valor agregado, porque es un momento difícil para alguien que quiere producir como para quien antes podía ayudar comprando y hoy ve reducida su posibilidad de hacerlo”.
Sobre la asistencia directa a las familias, la entrevistada relata a Paralelo 32: “es más o menos la misma cantidad de personas que reciben ayuda pero han variado las características. Antes acudían personas sin trabajo, ahora los que buscan ayuda tienen trabajo pero sus ingresos se ven reducidos por la inflación y no alcanzan a cubrir necesidades elementales”.
“Si bien hay personas que tienen problema de ocupación, también tenemos algunos jubilados que estamos acompañando o personas que tienen un trabajo pero no les es suficiente”- acota.
La misma situación describe Blanca Zaragoza, de Cáritas de la Parroquia Ntra. Sra. del Rosario. Ambos grupos están comunicados y colaboran entre sí, e interactúan con la oficina de Desarrollo Humano del municipio, según explican. “Hay chicas que quedaron solas a cargo de sus hijos, abuelos que no llegan a fin de mes y hogares donde hay niños y aunque haya trabajo lo que ingresa no alcanza para vivir”- sostiene.
Comenta además que el crecimiento de la demanda se empezó a notar el año pasado, pero se acentúa cuando empieza el frío y las familias necesitan ropa, frazadas y alimentos. “No alcanza para atender a todos, pero tenemos la indicación del Padre Rubén que algo siempre se lleve quien viene buscando ayuda”.