¿Habrá una escuela post pandemia?
El martes 8 se llevó adelante el Día Internacional de la Alfabetización, declarado así por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en la 14ª reunión de su Conferencia General celebrada el 26 de octubre de 1966. Asimismo, en este año la Unesco propuso analizar la enseñanza de la alfabetización y el aprendizaje durante la pandemia.
Alfabetización digital
Para seguir con esta tónica, la psicopedagoga María de los Ángeles Jacob habló con Paralelo 32 y se refirió al tópico. “Históricamente nos vamos a acordar del desafío que significó el aislamiento para la educación. Los maestros tuvieron que desarmarse y volver a armarse para ver cómo llegar a las casas. A su vez, las familias tuvieron que improvisar aulas en sus casas. Todo esto ha sido un desafío muy grande”, puntualiza la psicopedagoga.
La alfabetización en la actualidad es entendida como un medio de identificación, comprensión, interpretación, creación y comunicación. De ahí surge el concepto de alfabetización digital, o sea la capacidad para usar de forma provechosa las nuevas tecnologías comunicacionales.
No obstante, la cuestión en este punto es la conectividad. “La diversidad de recursos en cada familia también es un tema. Hay quienes tienen los recursos, pero no tiempo; también están los casos inversos. En términos generales, hay muchos portales y herramientas digitales gratuitas, esto ha sido el lado bueno para la educación en la pandemia”, señala.
—¿Cuál es el aprendizaje generado en este tiempo?
—Esta situación ayudó mucho a flexibilizar, encontrar y regenerar. Pero también a replantearnos. Ahora la familia entró más en la escuela, es decir, al no haber aulas debe haber más compromiso de las familias. Sin embargo, las realidades son muy diversas. Desde el lado de la alfabetización es muy difícil para el docente trabajar el área de escritura. Trabajar los trazos se hace difícil, además la ejercitación diaria que hacían en el aula de la escritura ya no es la misma. En mi trabajo lo que más veo es la preocupación de los padres por la lectoescritura, siempre solemos evaluar el aprendizaje a través de eso.
Sumado a lo anterior, Jacob marcó que, si bien existe una gran variedad de herramientas y contenido digital, el problema local en algunos casos es la conectividad. “No todos tienen Internet, computadoras o teléfonos modernos”, enfatizó.
El incentivo
Otro problema que surge, pero esto para todos, es el incentivo. Sobre esto, la profesional opinó: “Primeramente somos seres sociales y hace mucho que llevamos el aislamiento. Esto se nota mucho en los chicos, que aprenden mucho con el otro. Ahora, esas instancias de aprendizaje con el otro no existen y esto afecta a la parte de estimulación y motivación. O sea, no es lo mismo hacer gimnasia solo con un video, que hacer gimnasia con un grupo. El otro motiva y el aprendizaje cooperativo es así”.
“El desafío de la motivación es algo que es común en todos en este momento. Existan o no los recursos, la motivación de mantener los chicos conectados con la escuela y el aprendizaje a distancia está siendo difícil. La necesidad de compartir, ir al lugar y estar juntos es lo que más se está extrañando”, desarrolló. “Esta crisis trajo otros aprendizajes, y muy importantes. Todavía no se pueden evaluar, pero seguro que después de esto no vamos a ser los mismos. Esto nos ha cambiado a todos las estructuras básicas, así que seguro que habrá una escuela post pandemia”, concluyó.