Fernández consideró que “la economía se está recuperando” y avizoró un “crecimiento vertiginoso el año próximo”
Tras recorrer una serie de obras junto al gobernador Gustavo Bordet y a funcionarios provinciales, Alberto Fernández se dirigió al Centro Provincial de Convenciones, donde firmó convenios para la realización de obras públicas, realizó un breve discurso y respondió preguntas de la prensa local.
Bordet fue quien le dio la bienvenida y destacó “la labor que viene desarrollando el Presidente para ejercer el federalismo en Argentina”.
También hizo hincapié en el sentido federal que le imprimió a la lucha contra la pandemia y consideró que fueron muchas vidas las que se salvaron “gracias a las políticas que implementó a tiempo el gobierno nacional”.
Luego mencionó las distintas obras que realiza el gobierno nacional, la federalización de la Hidrovía Paraguay-Paraná y la permanente transferencia de recursos de la Nación a la Provincia.
Enseguida tomó la palabra Alberto Fernández quien, siguiendo el tono del discurso del mandatario entrerriano, sostuvo: “Me siento el más federal de los porteños”.
Hizo referencia a “la inequidad que hay en el país” y dijo: “Construimos un país que centralizó la riqueza en la zona más cercana al puerto porque una generación creyó que ese era el epicentro y así se fue concentrando riqueza en la Ciudad de Buenos Aires)», manifestó el Jefe de Estado.
«No le echo la culpa a otros, tenemos que pensar si es una Argentina justa que le sirve a todos los argentinos o a unos pocos”, agregó.
Luego nombró a su amigo “el Chino Busti, quien cuando fue gobernador nos pidió por la ruta de la muerte, la 14”, y agregó que ahora se está activando la ruta 18.
Inmediatamente mencionó a Bordet: “Mi querido amigo Gustavo, buen dirigente, buen gobernador” y calificó a Entre Ríos como “una provincia pujante y productiva”, con gran potencialidad y que hace un gran aporte al país”.
También destacó las decisiones acertadas que tomó cuando los casos de Covid-19 crecieron exponencialmente en la provincia de Entre Ríos.
En otro tramo de su discurso, sostuvo que el gobierno nacional “está para resolver los problemas de los argentinos, de los entrerrianos” y manifestó “que las cosas serían mucho más fáciles si no se convirtiera cada problema del país en un problema político y si entendiéramos que el virus no tiene ideología”.
“Dejemos de lado los debates estériles, corrijamos lo que está mal y pongámonos a trabajar en hacer felices a los argentinos”, enfatizó.
Al referirse al histórico problema del dólar, Fernández instó a fortalecer la moneda argentina: “La sociedad debe ahorrar en pesos y dejar los dólares para la producción”, enfatizó.
Luego llegó el momento de las preguntas de los periodistas presentes. En este marco, consideró que “es muy difícil empezar las clases presenciales en estas condiciones, es un peligro”.
Más adelante se refirió a la caída del PBI. Dijo que “es razonable” en este contexto y puso como ejemplo al resto de los países del mundo. No obstante, aseguró que “la economía de la Argentina se está recuperando” y dijo estar “convencido” de que “el año que viene va a crecer vertiginosamente”.
Sostuvo que el país está en una etapa de “transición” y que “se elaboró un presupuesto de transición, con las limitaciones que nos impone el virus”.
En relación a la posibilidad de activar al sector turístico, dijo que “el mayor foco infeccioso es el transporte público”, por lo que consideró lejana la posibilidad de transitar de una provincia a otra”.
“La sociedad va a castigar a los que maltratan a la democracia»
Más adelante, ante la consulta de esta Agencia sobre si cree que hay intentos para desestabilizar a su gobierno, Alberto Fernández respondió: “La idea de desestabilizar la democracia argentina solo puede ser producto de la locura de alguien y no creo semejante cosa. Lo que creo es que a veces hay posiciones muy extremas, muy irracionales, que vienen de la oposición. Creo que algunos medios están muy enojado con nosotros por otros motivos y que muchas veces esos medios no dicen la verdad y la tergiversan de acuerdo a sus necesidades empresariales”.
“Pero la verdad es que no tengo ganas de perder el tiempo en pelearme con los medios, ni con los periodistas, ni con los locos que piensan que la Argentina, después de todo lo que vivió, puede adherir a la idea de desestabilizar la democracia”, aseveró.
“Hay muchas posturas que no ayudan a la democracia, pero la gente lo ve, también estoy convencido de eso y que cuando llegue el momento de votar va a castigar a los que maltratan tanto a la democracia, no al gobierno que fue elegido hace nueve meses, a la democracia. Nosotros no entramos por la ventana, entramos porque casi el 49 por ciento de la gente nos votó, por eso entramos a la Casa de Gobierno”, agregó el Jefe de Estado.
“Y si tengo una tranquilidad es que no hecho más que cumplir con mi palabra de campaña. A alguno no le gustará porque le hubiese gustado ganar, pero no ganó y en democracia el que gana gobierna y el que pierde por lo menos se opone lealmente”, concluyó.