Falleció trágicamente un joven crespense en México
Gabriel Cruz, de 29 años de edad, oriundo de Mar del Plata, quien junto a su familia se radicó hace ocho años en Crespo; falleció en un trágico accidente mientras se encontraba de Luna de Miel en México.
Marcelino Cruz -su papá-, relató al noticiero Hora de Noticias de Cable Visión Crespo, que Gabriel, quien trabajaba en el rubro carpintería, había conocido por internet a una chica mexicana con quien, con el paso del tiempo y de ir conociéndose, planificaron casarse. La pandemia pospuso todos los planes, hasta que en los últimos meses en que se fueron habilitando actividades y viajes, pudo viajar hacia el destino donde comenzaría a concretar su proyecto de vida. “Hemos participado hace unos días de su boda por Internet. Fue algo increíble. Nos reunimos acá su familia y ellos allá nos vieron por una pantalla. Fue una fiesta muy linda, nos emocionamos, lloramos y exactamente 8 días más tarde, sucedió esto tan terrible”, comentó.
El accidente en el que perdiera la vida Gabriel, fue volviendo de su luna de miel mientras transitaba un camino de montaña en el que a causa de las lluvias se había generado barro. El vehículo en el que viajaban junto a su esposa despistó y desbarrancó unos 100 metros por un acantilado. Durante cuatro horas manejó Gabriel, y luego tomó el volante su pareja, quien a pesar de las precauciones y cuidados en la conducción, despistó.
El hombre continuó: “Gabriel venía dormido, así que nunca se enteró. Además, supimos por el informe, que se golpeó la cabeza y quedó inconsciente, aunque respiraba. Su esposa se quebró la clavícula, quedó muy golpeada, pero aun así intentó buscar auxilio, trepó como pudo y llegó a la cima, hasta poder pedir ayuda. No pasaba nadie, porque es zona media inhóspita. Más tarde una camioneta cruzó y pudo empezar a ayudarla. Llamaron a la ambulancia, que tardó bastante y lo llevaron hasta un hospital de un pueblito cercano. No tenían allí los medios necesarios para atenderlo, así que lo derivaron a Durango, transcurriendo un lapso de mucho tiempo, con lo cual las posibilidades de revivirlo se fueron”.
«Sucedió este lunes 11 de octubre, por la tarde. A eso de las 2:00 del martes 12, estábamos dormidos con mi esposa y vinieron nuestros hijos a darnos la noticia. Fue una pesadilla muy dura», recordó el hombre.
La familia, respetando el deseo que había tenido Gabriel de comenzar una nueva etapa de su vida en aquel país centroamericano, comentó que «Le costó mucho llegar, pero lo logró. Por las restricciones, tuvo que irse a Paraguay, hacer escala en Panamá, hasta que pisó México”, y lo recordó como “una persona muy buena, su sonrisa daba paz, era bondadoso, muy sabio y muy sano. Tenemos mucha fe y creemos que está durmiendo. Con esa esperanza vamos a vivir, porque eso es muy fuerte”. El miércoles 13 su esposa reconoció el cuerpo en la morgue y el jueves lo velaron para enterrarlo ayer viernes en tierras aztecas. Marcelino mencionó que la decisión fue la de no trasladar el cuerpo: «No vuelve a Argentina porque él se casó en México y creemos que ya le pertenece a su esposa. Ella nos pedía perdón todo el tiempo cuando se recuperó. Sin embargo, fue un accidente y para que de verdad ella se sienta bien, decidimos que pueda tenerlo allá. Lo disfrutó muy poco y este gesto va a ser lo mejor para su recuperación”.