Etiquetado frontal: Un sello para aclarar dudas sobre lo que compramos
En el Congreso de la Nación se estudia un proyecto de ley sobre etiquetado frontal en alimentos y bebidas. La norma propuesta, que ya rige en países como Chile y México, exige que en las etiquetas de los productos comestibles, figuren en forma visible frases que alerten sobre exceso de azúcares, grasas y otros nutrientes que podrían afectar a los consumidores, en especial a quienes tienen determinadas afecciones o problemas de salud, como diabetes, sobrepeso y obesidad, hipertensión o problemas cardíacos.
Las medidas propuestas
En octubre del año pasado, un proyecto de ley que consensuó 15 propuestas legislativas de diferentes bancadas, tuvo media sanción en el Senado. Esta semana, en un plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados se emitió dictamen favorable a la iniciativa. El proyecto, que va abriéndose paso hacia la sanción definitiva, incluye las siguientes propuestas:
• Se debe colocar un sello octogonal de advertencia, de fondo negro y borde blanco. En el sello se pondrán letras mayúsculas en blanco, con inscripciones simples y directas, por ejemplo: “EXCESO GRASAS”, “ALTO EN SODIO”, etc.
• El tamaño de cada sello no será menor al 5% de la superficie de la cara principal del envase;
• El sello es obligatorio cuando el producto exceda los valores establecidos de nutrientes críticos y valor energético;
• Las empresas deberán declarar el contenido cuantitativo de azúcares (hidratos de carbono simples disacáridos y monosacáridos), en el rotulado nutricional de los alimentos envasados para consumo humano;
• Productos con edulcorantes deben contener una leyenda precautoria, inmediatamente por debajo de los sellos de advertencia: “Contiene edulcorantes, No recomendable en niños/as”;
• Los valores máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas totales y sodio deben cumplir con los límites del Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS);
• Se exceptúa de la colocación de sello en la cara principal al azúcar común, sal de mesa, aceites vegetales y frutos secos.
• Se prohíbe que alimentos y bebidas no alcohólicas que contengan un sello de advertencia, incorporen información nutricional complementaria que destaque:
– cualidades positivas o nutritivas;
– logos o frases con el aval de sociedades científicas o asociaciones civiles;
– personajes infantiles, animaciones, celebridades, deportistas;
– promesas de entrega de obsequios o premios;
– promoción o entrega a título gratuito.
• El Estado nacional priorizará la contratación de alimentos y bebidas sin sellos de advertencia.
A través de estas medidas, se busca garantizar el derecho a una alimentación adecuada, como base del más amplio derecho a la salud, promoviendo hábitos saludables a partir de dar información nutricional simple y comprensible sobre alimentos envasados y bebidas no alcohólicas que el consumidor tiene a su disposición en las góndolas de supermercados y en comercios de barrio.
Declaraciones
Los medios nacionales se hicieron eco de la medida con declaraciones de profesionales y entidades que saludan la implementación del etiquetado frontal.
“Hoy la Cámara de Diputados dio un paso clave para la salud pública de nuestro país. Esta ley es la puerta de entrada para implementar otras medidas que, en conjunto, buscan transformar el actual ambiente obesogénico en un entorno más saludable, haciendo que comer alimentos nutritivos y reales sea la elección más simple. Esperamos que tras este impulso la Cámara de Diputados establezca pronto la fecha de votación y que no se demore más su tratamiento”, señaló Victoria Tiscornia, nutricionista e investigadora de la filial local de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Argentina).
“Argentina tiene una altísima prevalencia de malnutrición por exceso. Más de la mitad de la población padece de sobrepeso. Esto empieza en edades tempranas. Casi el 14% de los chicos menores de 6 años tienen exceso de peso, lo cual marca un inicio muy temprano de la problemática. En escolares esta cifra sube al 41% y en población adulta casi al 70%. Con estos datos resulta que 25 millones de argentinos tienen problemas de exceso de peso, un problema absolutamente preocupante”, sostiene el nutricionista Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA).
COPAL en contra
La ley no es vista con buenos ojos por la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), que representa a 35 cámaras sectoriales y más de 14.500 empresas de alimentos y bebidas, pymes y economías regionales del país.
La entidad advierte que el modelo de etiquetado propuesto “demoniza” a los alimentos y constituirá “una traba para una industria que no solo alimenta a argentinos, sino que también exporta al mundo”. COPAL tiene su propia propuesta de etiquetado frontal entendiendo a la misma como herramienta necesaria que provee al consumidor de información para tomar sus decisiones de consumo basadas en sus necesidades nutricionales. Además, plantean como importante la armonización de la legislación en el Mercosur, dado que ese es el ámbito dispuesto para este tipo de regulaciones.