Estudiante del Instituto Sagrado Corazón clasificó al nacional de Olimpíada de Filosofía
Crespo- La estudiante Giuliana Molina, alumna de 6º año modalidad Ciencias Sociales y Humanidades del Instituto Sagrado Corazón, tuvo una destacada participación en la Olimpiada de Filosofía de la República Argentina, que organiza cada año la Universidad Nacional de Tucumán y el Ministerio de Educación de la Nación. Giuliana, con su ensayo “Educar para habilitar mundos posibles”, clasificó a la instancia nacional realizada en Tucumán los días 30 de noviembre, 1º y 2 de diciembre, pero no pudo asistir a presentar su trabajo por coincidir con la fiesta de su recepción.
Como todos los años el Instituto Sagrado Corazón D-5, a través del espacio Filosofía, a cargo de la profesora Valeria Wendler, participa de esta Olimpíada y a lo largo de los diferentes certámenes distintos estudiantes han llevado el nombre de la institución y de nuestra ciudad hasta Tucumán, con valiosos trabajos. La propuesta consiste en escribir un ensayo filosófico (para el ciclo orientado) y un diálogo filosófico (para el ciclo básico). En la edición 2017, la temática de trabajo, a analizar desde distintos ejes y/o disciplinas filosóficas, fue “La filosofía en el mundo del trabajo, la educación y la tecnociencia”.
En la instancia escolar participaron cuatro ensayos, de los cuales se seleccionaron tres a la instancia intercolegial, que también se llevó a cabo en el Instituto Sagrado Corazón. En octubre se realizó en Paraná, la instancia provincial, donde fueron seleccionados dos ensayos y un diálogo para representar a la provincia de Entre Ríos en el certamen nacional. En esa oportunidad, el trabajo de Giuliana fue elegido por el jurado y por sus pares como el mejor ensayo.
Educar para habilitar mundos posibles
La estudiante desarrolló una reflexión argumentada sobre el rol docente, la relación del mismo con los estudiantes, sobre el sentido y la razón de ser de la educación escolar en el contexto actual. Indagó sobre planteos tales como: ¿qué prácticas escolares, en torno a la enseñanza son recurrentes? ¿Qué argumentos a favor de la escuela y a favor del docente podemos construir hoy? ¿La educación se constituye hoy como práctica de la libertad? ¿La tarea de enseñar emancipa o aliena? ¿Qué nuevas funciones asume el docente en la actualidad? Y su tesis es que no sólo es necesaria la educación escolar, sino que ella y la acción docente constituyen las estrategias más poderosas de cambio y de progreso social. Eso, por supuesto, si se repiensan ciertas prácticas que, en la actualidad constituyen grandes vicios del sistema educativo.
El camino de la argumentación fue abordado con la ayuda de pensadores como Ranciere, Pineau, Freire, Sztajnszrajber. Entre los argumentos más fuertes se destacan ideas tales como: “Entiendo que hoy, los estudiantes cuando aprendemos, sentimos casi siempre a los saberes como una forma de sumisión frente al adulto profesor. Escuché también un sentimiento similar en los docentes, cuando al referirse a lo que tienen que enseñar, se expresan diciendo, “es lo que tiene que darse en tal y tal curso”, “esto tienen que saberlo porque les va a servir para la facultad”, “si no aprenden esto ahora, el año que viene no van a entender nada porque se va complicando”. Es decir, situaciones donde ni docentes ni estudiantes, pueden significar aquello que es un saber a enseñar, ni unos ni otros pueden dar cuenta del sentido del encuentro pedagógico más allá de la transmisión –dice la estudiante en su escrito.
Entiende que, si educar se reduce sólo a transmitir conocimientos, la educación escolar y la presencia de docentes transmisores pierde relevancia, adhiriendo a la postura de Jacques Rancière al afirmar que los estudiantes no necesitan del maestro porque ellos son capaces de comprender por sí mismos. Y propone promulgar la imagen de profesor que, como dice Bourdieu, sea capaz de contrariar los mecanismos y evitar servirlos por inconsciencia.
Giuliana afirma que la escuela sigue siendo el único espacio dirigido a todos, con capacidad para abrir mundos, para habilitar, pero solo es posible si en su interior hay docentes con el perfil mencionado. Porque como estudiante entiende que no existe mayor placer que contar con la dicha de formar parte de un grupo-clase donde haya profesores cuya pasión por su trabajo se distingue en cada palabra que dicen, en cada acción que realizan, en cada pensamiento que proyectan y en cada alumno al que enseñan.
La experiencia
Respecto de lo que significó “hacer filosofía” y participar de esta experiencia la alumna dijo a Paralelo 32 que eligió como temática la educación por su condición de estudiante que le permite hablar por experiencia propia de lo que vive día a día y además hacer un tributo a los profesores que considera que lograron hacer un impacto en su vida. “Aquellos que me hicieron ver con otros ojos y me dieron las herramientas necesarias para ir a significar el mundo”- comentó.
“Hoy en día escucho muchas quejas sobre lo que es el sistema educativo en nuestro país; quejas que no llevan a nada y ante eso, intenté demostrar cómo la educación no caería ante tantos reclamos si se les diera la verdadera importancia a los actores principales, los profesores, a quienes cabe la tarea de educar, resignificando día a día lo que hacen y brindándole a los estudiantes los conocimientos necesarios para que ellos se puedan independizar y vivir en el mundo” -concluyó.