En Victoria: Durante 2018 hubo 1,3 denuncias diarias por violencia de género
Victoria.- Las diputadas Cecilia Moreau y Carla Pitiot presentaron en la Casa de Gobierno una carta dirigida al presidente Mauricio Macri, pidiendo la convocatoria urgente a sesiones extraordinarias con objeto de tratar los proyectos de ley que contemplan la Emergencia del Sistema de Promoción y Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. A propósito de esto, en este artículo se abordarán los datos numéricos de denuncias del año pasado en la Comisaría de Minoridad y Violencia Familiar de nuestra ciudad.
Para dar cuenta de lo que fue el informe relacionado a la estadística del año 2018 en cuanto a violencia de género, la subcomisaria Ximena Díaz, jefa de mencionada comisaría, habló con Paralelo 32. Se señalarán aquí sólo las denuncias hechas por la Ley 9.198 (de prevención de la violencia familiar) y la Ley 26.485 (de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpresonales).
El número total indica que, sumadas las denuncias por las dos leyes, se realizaron, el año pasado, 479 denuncias, lo que represente 1,3 casos diarios. Además, Díaz comentó que hay casos de varones ya conocidos que fueron denunciados hasta por tres mujeres diferentes.
—¿Qué diferencia hay entre las denuncias por la Ley 9.198 y la 26.485?
Díaz: —Que en la primera la violencia se da dentro del ámbito de la familia, o sea, dentro de lo que sería el grupo conviviente. Por otro lado, cuando se denuncia por la 26.485 es cuando a una mujer le ejercen violencia por parte de una persona con la que tuvo algún tipo de relación, o en cualquier ámbito por el hecho de ser mujer.
Antes de continuar especificaremos los datos. En 2.018 se realizaron 267 denuncias por la Ley 9.198, y 212 por la 26.485. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos números corresponden sólo a las denuncias hechas en la Comisaría de Minoridad y Violencia Familiar. En este sentido, Díaz indicó que, si se le sumaran las denuncias también realizadas en el Juzgado de Familia, el número sería muchísimo más elevado.
Los meses en que más denuncias hubo fue abril y diciembre. En abril hubo 35 denuncias por la ley 9.198 y 17 por la 26.485 (52 en total); en diciembre, 31 por la primera y 19 por la segunda (50).
Qué se hace
Lo anterior corresponde al orden de los datos numéricos. Pero ¿qué se hace luego de realizada la denuncia? Díaz explicó: “Cuando se denuncia por la ley 9.198 se pueden hacer dos cosas, dependiendo del grado de agresión de la persona que ejerce la violencia: o se lo excluye del hogar; o se manda un oficio para notificar a ambas personas, con la prohibición de dispensar malos tratos. Hay familias compuestas de tal manera que a veces se complica esto. Por lo general se lo excluye al agresor cuando se trata de agresiones graves, si no, con la otra medida, se trata de morigerar las conductas de las personas que conviven en esa casa”.
Seguidamente, continuó: “En la 26.485 se utiliza la prohibición de acercamiento, que es lo que la gente llama «la perimetral». Se prohíbe el acercamiento por determinada cantidad de metros del denunciado a la denunciante. Tampoco al denunciado se le permite contactarse por teléfono ni por redes sociales con la denunciante”.
Éstas son las medidas que se toman por oficio a raíz de las mentadas denuncias. En este panorama cabe preguntarse algo que puede parecer obvio, pero que no se debe soslayar. ¿Basta con un oficio de prohibición de malos tratos, con una exclusión o con una perimetral si la mujer no está físicamente en un lugar seguro?
—¿Qué respuesta se le da a una mujer, en el corto plazo, que llega lastimada a denunciar?
Díaz: —Nosotros trabajamos con el Juzgado de Familia, y éste trabaja muy bien y de manera inmediata. Cuando se tiene la problemática de la mujer sentada en la sala de espera de la comisaría con sus hijos, se toma la denuncia, se da intervención al médico policial que constata las lesiones y de ahí se le avisa al juez. Por lo general, cuando la mujer no tiene dónde ir, es inmediata la respuesta: el juez va, se constituye en despacho, hace el oficio, lo saca de manera inmediata, vamos nosotros con personal del juzgado, notificamos al agresor y lo sacamos de la casa. La forma en que se trabaja es muy rápida. Luego, se le da intervención al equipo interdisciplinario y el proceso sigue. Lo más inmediato, para proteger la integridad física de la mujer, es excluir al agresor, se le da prioridad a eso.
Qué sucede
En este punto, cabe mencionar que aquella mujer en situación de violencia puede llamar al 144. “Muchas mujeres no se animan a denunciar solas, en tal caso pueden llamar al 144 y serán acompañadas”, añadió. En otro orden, Díaz contó que les ha tocado intervenir por casos de abuso y aclaró que no se da difusión de los mismos para proteger a la víctima del abuso.
“Si la mujer hace una denuncia por cualquiera de estas dos leyes (9.198 y 26.485) y se cuenta con un oficio, si la persona incumple con el mandamiento judicial, nos podemos manejar distinto. En tal caso hablamos con fiscalía y le pedimos directivas directamente al fiscal”, dijo.
“Estoy desde 2008 en la comisaría, tenemos casos de personas que han sido denunciadas por tres parejas distintas. También hay denuncias que se repiten en distintos meses”, narró.
“Si se denuncia por cualquiera de estas dos leyes lo único que se hace son medidas cautelares, son leyes de protección. La única forma de que el agresor termine detenido (en caso de sólo accionar con estas dos leyes) es si incumple cualquiera de los mandamientos judiciales”, explicó.
Por último, hay que tener en cuenta que este artículo se redujo a los datos del año 2018 aportados por la Comisaría de Minoridad y Violencia Familiar de Victoria. Se contó con el testimonio de la subcomisaria Ximena Díaz, que trabaja en el mencionado ámbito desde 2.008. La violencia de género abarca aspectos sociales y culturales que, además, merecen un análisis cualitativo.