En la Parroquia San José crearon una biblioteca espiritual al servicio de la comunidad
Crespo- Nuestra ciudad tiene su primera biblioteca espiritual al servicio de la comunidad. Lleva el nombre del Padre Enrique Oggier, quien además de marcar un camino profundo de hermandad y ecumenismo en la parroquia, apoyó la iniciativa hasta que fue llamado a la presencia de Dios en la mañana del 26 de julio del año pasado, cuando se encontraba en tratamiento médico en Buenos Aires, como consecuencia de un cáncer linfático. La desaparición física de este sacerdote carismático y caritativo, con una interesante historia de vida marcada por fuertes experiencias vividas como religioso en México y Nicaragua, dejó una profunda huella de dolor en toda la comunidad de fe, donde fue asesor de Grávida, y además, promotor de muchas iniciativas como la creación de un grupo de Alcohólicos Anónimos y otro de Ayuda a los familiares de Alcohólicos.
“Enrique siempre nos hablaba valorizando la palabra que Jesús nos enseña, tuvo un espíritu abierto; no solo visitó y se relacionó con la gente de su comunidad, se abrió a todos”- dijo a Paralelo 32, Susana Ferricher de Bassi, vocera del grupo de catequistas que tuvo la decisión de crear esta biblioteca que lleva el nombre del ex párroco.
“El motor –destacó- fue el padre Juan que se despojó de todo su material, teniendo en cuenta la edad (NdelaR: el 12 de agosto cumple 90 años), el profundo conocimiento que tiene el Padre Juan, alguien que conoce la Biblia de memoria”. Este sacerdote fue entregando a los grupos de catequesis sus libros. “Llegó el momento en que decidimos que circulen – recuerda la entrevistada- se lo comentamos al Padre Enrique y dispuso la confección de un mueble grande empotrado en una aulas de catequesis del salón San Arnoldo Janssen”.
“Por un lado –dijo- queremos el agradecimiento para el Padre Juan, el reconocimiento al P. Enrique que pudo dar respuesta a una necesidad del momento con una decisión con vistas al futuro para que los libros tengan su lugar, abierto a la comunidad, y además el agradecimiento al P. Blas que en este tiempo de dolor, de pérdida, angustia, pudo acompañar el proceso”.
Los libros
Con el grupo de catequesis y voluntarios se decidió ordenar los libros, ficharlos y en un próximo paso catalogarlos. “Hay documentos de la iglesia, Biblias para niños, adolescentes, presentadas tipo historieta, y muchos libros de autoayuda, sobre la vida de los santos y de personas ilustres que han compartido la fe católica y otros que, sin compartirla, marcaron el camino. Hay libros sobre la vida de Lutero, Luther King”- especificó la entrevistada.