América Latina
En Bolivia velan sin honores a militar que capturó al "Che"
A causa de complicaciones renales, el exgeneral boliviano Gary Prado murió el sábado a los 84 años. Es velado en la gobernación de Santa Cruz, en Bolivia.
Bolivia.- Para algunos fue un héroe, para otros un detractor; lo cierto es que la controversia acompañó toda su vida y también estuvo presente este lunes 8 de abril en el sepelio del militar boliviano que capturó al guerrillero argentino-cubano Ernesto “Che” Guevara.
El exgeneral boliviano Gary Prado murió el sábado a los 84 años de complicaciones renales, pero el Ejército de Bolivia no le rindió honores a pesar de haber sido declarado “héroe nacional” en 1967. Sí recibió homenajes de autoridades locales y era velado en la gobernación de Santa Cruz, la ciudad más poblada al este del país.
Ninguna autoridad -incluido el presidente Luis Arce- emitieron mensajes de condolencia a la familia de Prado. El comando del Ejército tampoco divulgó declaración alguna. Ningún soldado flanqueaba el féretro del exmilitar como señalan las normas castrenses para sus miembros que fallecen, lo que ha molestado a la familia del exoficial.
“No le rendirán honores a mi marido. Los comandantes vulneran las normas para quedar bien con el gobierno”, declaró al diario El Deber la viuda de Prado, María del Carmen Morales. El hijo del militar, también de nombre Gary, dijo que “la Unión de Militares del Servicio Pasivo solicitó la rendición de honores pero la negaron... Es una vergüenza”.
Sólo sus ex camaradas de armas se alternaban desde el domingo para hacer guardia ante el féretro de Prado que estaba cubierto con la bandera nacional en la capilla ardiente que le preparó para rendirle homenaje la gobernación de Santa Cruz.
El distanciamiento político hacia Prado se profundizó durante el gobierno del presidente izquierdista Evo Morales (2006-2019), un reconocido admirador de la revolución cubana y amigo personal del fallecido Fidel Castro. Morales incluso cambió la arenga en las Fuerzas Armadas de Bolivia por “Patria o muerte: venceremos”.
Durante el gobierno de Morales, Prado fue enjuiciado por presunto terrorismo junto a otros líderes de la derecha de Santa Cruz que mantenían un abierto enfrentamiento con Morales, actual jefe del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
El actual presidente Arce, heredero político de Morales, ha seguido la misma línea.
En la oposición Prado era admirado por su trayectoria y su apoyo a los líderes de Santa Cruz, el reducto de la oposición y cuyos líderes han llamado a rendir honores al militar que se movilizaba en silla de ruedas desde que quedó paralitico por un tiro accidental que le dañó la columna al finalizar su carrera militar.
Prado fue catedrático de la principal universidad pública de Santa Cruz y embajador en México donde, en 2001, el escritor y cineasta mexicano Alberto Hijar le arrojó un vaso de vino al grito de “A la salud del ‘Che’, asesino”.
El expresidente Carlos Mesa (203-2005), líder de oposición de centroderecha, envío un mansaje de condolencia. “Siento mucho la muerte del General Gary Prado, militar de honor y hombre de bien. Protagonista de un hecho histórico y fundamental de nuestra historia, la captura de Ernesto ‘Che’ Guevara”, publicó en Twitter.
Prado era capitán cuando el 8 de octubre de 1967 comandaba la patrulla que capturó en la selva del sudeste boliviano al legendario guerrillero. “Soy el ‘Che’, para ustedes valgo más vivo que muerto”, les dijo, según testimonios del hecho.
En su libro “Cómo capturé al Che” y en entrevistas posteriores Prado siempre señaló que él no fue responsable del fusilamiento del guerrillero ordenado por el mando militar superior. “No tuve nada que ver, yo estaba buscando a los otros guerrilleros. Cuando regresé (al campamento) ya lo habían ejecutado”, dijo.
La guerrilla del “Che” combatió en la selva boliviana durante nueve meses entre 1966 y 1967. Guevara fue enterrado junto a otros guerrilleros en Valle Grande, cerca del lugar donde fue capturado, y sus restos permanecieron en secreto hasta que en 1997 fueron recuperados y trasladados a Santa Clara, Cuba, donde descansan.