Estudiantes en Crespo
El Último Primer Día (UPD): Una celebración entre complicidades y responsabilidades
El tan esperado Último Primer Día (UPD) ha llegado, y con él, una mezcla de emociones para estudiantes, padres y autoridades locales. Este evento, ya habitual en nuestra ciudad y en todo el país, marca el cierre de un ciclo educativo y el inicio de una nueva etapa en la vida de los jóvenes. Sin embargo, también conlleva preocupaciones sobre cómo garantizar que esta celebración se desarrolle con tranquilidad y responsabilidad.
Gustavo Kappes, encargado del Área de Juventud, describe el UPD como una oportunidad para que las promociones se reúnan en la zona de carribares en el predio ferial de la Fiesta Nacional de la Avicultura. Es un momento para compartir, disfrutar de la música y vivir la previa antes del regreso a clases. Kappes enfatiza el papel del municipio en acompañar a los jóvenes en este evento tan significativo.
Para asegurar que el UPD transcurra sin incidentes, se llevaron a cabo reuniones con estudiantes representantes de las escuelas, donde se discutieron medidas preventivas y se brindaron recomendaciones. Sabrina Angresano, del equipo del Área de Salud Mental y Adicciones, destaca la importancia de abordar el consumo responsable de alcohol tanto en estas reuniones como en el diálogo con los padres. El cuidado de los jóvenes y su llegada segura a la institución el primer día de clases son prioridades compartidas por todos los involucrados.
Luciano Ríos, responsable del Área de Prevención y Seguridad Urbana, resalta la colaboración entre diferentes actores para garantizar la seguridad durante el evento. Trabajando en conjunto con la Policía de Entre Ríos, se busca proporcionar un entorno tranquilo y seguro para que los jóvenes disfruten de la celebración. Se hacen hincapié en la conducción vehicular responsable, la precaución en el consumo de alcohol y el cuidado de pertenencias personales para evitar cualquier incidente que pueda suspender la convocatoria.
Además, se ha puesto énfasis en la organización del espacio y la orientación del sonido para minimizar las molestias para los vecinos. Los jóvenes demuestran una buena disposición para colaborar y asegurar que todo transcurra de la mejor manera posible.
El UPD es más que una simple fiesta de fin de ciclo; es un momento de encuentro, complicidad y responsabilidad compartida entre estudiantes, autoridades y la comunidad en general. Con una planificación cuidadosa y el compromiso de todos los involucrados, se espera que esta celebración sea recordada por las mejores razones: como un momento de alegría y camaradería en el camino hacia el futuro.