Política
El Senado entrerriano aprobó un nuevo endeudamiento por 500 millones de dólares en medio de divisiones internas en el PJ
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En una sesión especial, la Cámara de Senadores de Entre Ríos aprobó el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo que autoriza a la provincia a tomar un nuevo endeudamiento de hasta 500 millones de dólares en el mercado internacional. La medida obtuvo el respaldo del oficialismo, pero generó fuertes diferencias dentro del bloque del Partido Justicialista (PJ), que terminó votando dividido.
La iniciativa fue avalada por los senadores Cosso, Díaz, Domínguez y Miranda, mientras que sus pares Martín Oliva (Uruguay) y Víctor Sanzberro (Victoria) manifestaron un rechazo contundente.
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Posturas críticas dentro del PJ
El senador Oliva defendió su negativa señalando que se opone a que la provincia vuelva a endeudarse sin un horizonte claro. Recordó que en diciembre pasado el justicialismo acompañó un endeudamiento de 450 mil millones de pesos para que el Ejecutivo pudiera afrontar compromisos de pago y avanzar en obras.
“Considero que el gobierno, como cualquiera de nosotros, tiene que reestructurarse”, afirmó. A su vez, remarcó que el crédito solicitado “no es para inversión sino para pagar lo que se debe, pero es nueva deuda”.
En la misma línea, Sanzberro advirtió que el pedido del Ejecutivo “demuestra una falta de planificación” a pocos meses de haberse aprobado el presupuesto provincial. También cuestionó el contexto macroeconómico en el que se pretende tomar el crédito: “Con la volatilidad que existe en la tasa de interés y con un dólar de equilibrio nos parece más bien pan para hoy y hambre para mañana”.
Además, objetó la falta de información detallada sobre el endeudamiento: “No podemos con liviandad entregar autorizaciones sin precisión, sin tomar los recaudos de exactamente para qué es la autorización y en qué marco y con qué parámetros”.
Debate abierto sobre el futuro financiero de la provincia
La aprobación del proyecto abre la puerta a que Entre Ríos intente acceder a financiamiento externo en un contexto de marcada fragilidad económica. Mientras desde el oficialismo destacan la necesidad de garantizar previsibilidad en el pago de compromisos financieros, los sectores críticos advierten que la provincia podría estar hipotecando su futuro sin un plan de desarrollo que respalde la operación.