El médico Oscar Lastra fue reconocido como persona destacada de Victoria
Victoria.- El médico Oscar Lastra tiene setenta y nueve años (aunque él prefiere redondear en ochenta). Durante cincuenta años se dedicó a atender a sus pacientes y sostuvo ininterrumpidamente la costumbre de visitarlos a domicilio.
Días atrás el Concejo Deliberante se le entregó un diploma de reconocimiento como persona destacada de nuestra ciudad. En este contexto, el médico habló con Paralelo 32.
—¿Cómo recibís este reconocimiento luego de tantos años de trabajo?
—Hablando en términos psicológicos tenemos el ello (nuestro inconsciente y pulsiones), el superyó (nuestra consciencia, lo que domina esos impulsos) y el yo que es el que trabaja entre los dos. Este reconocimiento me fortalece un poco el yo, porque el superyó me dice que no me lo merezco y el ello me hace sentir orgulloso. Entonces, en el medio tengo que dominar todo esto. Parece que he procedido más o menos bien.
—¿Cuántos pacientes atendés durante una semana normal?
—Atiendo como siempre. Tengo el consultorio en mi domicilio y atiendo por orden de llegada. En mi vida tuve suerte porque pude elegir mi vocación. La medicina es una vocación muy sacrificada. Antes, cuando no estaba la guardia del hospital, el consultorio también servía de guardia y había que atender a cualquier hora. No había noche que no te despertaran a las tres de la mañana: chicos con fiebre, embarazadas, cualquier cosa. Mi padre de crianza, que vivió este sacrificio, me había recomendado que estudiara ciencias económicas (que era lo otro que me gustaba), pero al final yo me decidí por la medicina.
Por último, el médico reflexiona: “Cuando uno tiene la suerte de poder dedicarse a su vocación, llega la vejez y quiere seguir trabajando. Pienso seguir trabajando hasta que me dé la cabeza. A la siesta salgo a hacer visitas a domicilio”.
Oscar es optimista respecto de su futuro: “Mi madre vivió cien años”, dice para reforzar su postura. “Tengo la genética de mi lado”, sentencia. La postura de Oscar frente a la vida es de trabajo y dedicación, y planea seguir así hasta que pueda.