Sociedad
El lunes se celebra el Día de la Tradición
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La fiesta que más deberíamos celebrar los argentinos, con nuestros niños invadiendo calles y plazas.
El Día de la Tradición, que se celebra en nuestro país cada 10 de noviembre, es una de las fechas más representativas de la identidad nacional. Fue instituido en homenaje al nacimiento de José Hernández (1834-1886), autor del poema épico Martín Fierro, considerado la obra cumbre de la literatura gauchesca y un retrato profundo del espíritu, los valores y las costumbres del hombre de campo argentino tal como vivió hasta fines del siglo XIX.
Más que una efeméride folclórica, esta jornada invita a reflexionar sobre qué entendemos hoy por “tradición”. No se trata únicamente de recordar bailes, vestimentas o comidas típicas, sino de reconocer las raíces culturales que nos dan sentido como comunidad. La tradición no es un museo del pasado: es una herencia viva que se transforma con cada generación, conservando lo esencial y adaptándose a los tiempos. Esta adaptación refiere también a la maravillosa mezcla de etnias que terminó siendo, en definitiva, nuestra Patria Argentina.
El gaucho, figura central del Martín Fierro, representa la independencia, la solidaridad y la dignidad del trabajo, pero también las tensiones de un país en formación. Celebrar el Día de la Tradición implica reconocer esas tensiones -entre campo y ciudad, entre progreso y pertenencia- que todavía marcan la identidad argentina.
En las escuelas, municipios y peñas se suele conmemorar la fecha con desfiles criollos, jineteadas, comidas típicas, danzas y guitarras. Pero detrás del color y la fiesta, el sentido más profundo es mantener viva la memoria cultural, revalorizar el idioma, las costumbres y la historia compartida.
En definitiva, el Día de la Tradición es una oportunidad para reencontrarnos con la esencia argentina, con la palabra, la hospitalidad, la amistad y el respeto al trabajo; valores que, aunque nacieron en el campo y luego se aunaron con otras etnias, siguen siendo brújula en el presente, la verdadera argentinidad”

