El inconmensurable mundo del dibujo animado y su vigencia
Victoria.- Rubén Tealdi está trabajando para una futura película animada de un autor francés, y si bien no está haciendo los dibujos propiamente, se encarga del llamado Storyboard, que es una suerte de cómic o historieta que compila lo principal de ese guión/libro.
El publicista que abrazó las siete colinas como su lugar luego de trabajar años en la vecina orilla rosarina, añadió que cuando Disney pensaba sus películas solía mostrar a sus dibujantes de qué iba el argumento, y al ponerlo sobre una pizarra quedó esa denominación popularizada.
El guionista y autor de esta película se llama Serge Ayursed a quien conoció a través de la red social Facebook, porque lo contactó luego que viera su trabajo en un grupo de ilustración y cómic en el que Rubén sumó algunos de sus trazos. La intención de Serge es presentar este Storyboard en marzo de 2022 en un congreso o work shop de animación, donde buscará captar inversores, creativos, directores, etc.
Además de este trabajo, Tealdi ya le trabajó otra idea que está asociada a un libro llamado ‘Ma vie avec une robot’ (Mi vida con un robot), donde le hizo el arte de tapa, y que está para lanzarse al mercado en las próximas semanas.
Para este nuevo desafío, Ayursed le pidió 100 páginas donde ese storyboard se despliega, y en diálogo con Paralelo 32, Tealdi precisó que estaba finalizando la número 50, “estoy a la mitad, justamente. El contrato es por 9 nueves meses de trabajo, pero como uno se apasiona, el tiempo pasa de otro modo. La técnica es en lápiz sobre papel, y en blanco y negro”.
Hacer un poco de escuela
El entrevistado está interesado en que otros sepan de esta posibilidad, y se vayan colando en este mundo del comic y las películas animé, “Hoy la demanda que hay en el mundo, y en Europa sobre todo, está insatisfecha. Pienso además que hay una oportunidad inmejorable, siempre mediada por las tecnologías, y además, ahora somos baratos para ellos”.
En este sentido, le ofrece a los jóvenes que están haciendo sus primeros dibujos, o ven esa inclinación a que lo contacten y él con todo gusto les ofrecerá tiempo y conocimientos en una charla, donde compartir o aportar algo a esa veta creativa, “ya vinieron algunos pibes, que quizás no tienen una mesa o los elementos dónde dibujar, yo en lo que pueda los guío u oriento porque quiero difundir esta pasión”
Cómo fue volver a dibujar
“A mí la gente me conoce como viñatero o dentro del mundo de la comunicación, pero soy publicista y siempre lo voy a ser; un tipo de la imagen que ama la fotografía, escenografía, pintura, siempre me gustó y pude desarrollarlas en gran medida durante varios años; sin embargo, los que me conocen más acá en el tiempo incluso no sabían que dibujaba”.
Rubén dijo que con la pandemia decidió vender el viñedo La Paula y volvió a dibujar, “antes lo sufría un poco al dibujo, por la presión del encargo, pero hoy lo pienso y asumo de otro modo. Además, tenía esa deuda con la historieta y con el cómic, y justo se dio este pedido”. Sobre el final expresó: “es la primera vez que me pasa algo así, había hecho encargos importantes para Buenos Aires, pero para el exterior, nunca me pasó. Entiendo que si no hubiese sido por la tecnología no se hubiera dado esta posibilidad, y por eso les quiero mostrar a otros que también se puede, así que les ofrezco un espacio o momento para que vean el alcance. Esto es práctica, no algo que baja del cielo. Y cuando estás apasionado no es laburo, se pasan las horas y no querés detenerte, es un motor”.