El gran momento de los grillos
Si, claro, el tema son los grillos, que también constituyen una circunstancia en la vida humana y por estos días celebran la suya molestando a la nuestra. Estos ortópedos cuyo lujurioso llamado nos invade e incomoda, aparecen en condiciones ideales, con lluvia, baja presión, alta humedad y temperatura del orden de los 25º, porque los huevos eclosionan con mayor rapidez, casi todos prácticamente al mismo tiempo.
Cada grillo hembra pone hasta 200 huevos –aunque la mitad no son útiles- socavando en tierra húmeda donde cumplen su ciclo biológico, particularmente cerca de las raíces de las plantas, en camadas de a 15 o 20 huevos. La primera lluvia moja 2 o 3 milímetros del interior de la tierra y una parte de las pupas, las que se encuentran a ese nivel, despiertan y salen por la humedad. Las demás vendrán con nuevas mojaduras.
Cuando la temperatura supera los 28 grados y la humedad está entre 80 y 90%, particularmente cuando llueve, nacen en no más de 10 u 11 días, eclosionando el 80% de los huevos, y allí comienza el concierto y quizás la invasión a nuestra intimidad. Aparte del pisotón no hay muchas formas más de luchar contra ellos, salvo mojando con agua y jabón los espacios que frecuentan, solución también útil para arruinarles las posturas La mala noticia es que pueden vivir entre 3 y 6 meses si tienen las condiciones necesarias de humedad y acceso a alimento. Y como los grillos son omnívoros, comen de todo, plantas, otros insectos, hasta ropa, y si tienen oportunidad de masticar algún libro, también. Su lado positivo, que toda circunstancia la tiene: es depredador de los tan temidos alacranes.