El Banco Macro pidió la quiebra de la empresa Molino Cañuelas
El Banco Macro pidió la quiebra de la empresa Molino Cañuelas, que tiene una deuda de u$s 10 millones con la entidad financiera, y que acumulada con otros bancos, supera los u$s 1.350 millones.
La compleja situación de la firma inició años atrás, cuando la compañía llevó adelante la adquisición del negocio local de harinas de la multinacional Cargill, la cual se realizó por un monto total de $ 736 millones. Esta operación obligó a la empresa a salir en busca de un crédito del Banco Mundial por u$s 80 millones.
Su escenario se hizo más crítico en 2018, cuando tuvo que desistir de su intención de abrir su capital a la Bolsa, donde esperaba obtener unos u$s 333 millones, de los cuales una parte iba a ser destinada al pago de deudas.
Según consignó Ámbito Financiero, en su último balance la empresa informó pasivos financieros con plazo a pagar a un año por un total de 15.000 millones de pesos y 3.200 millones de pesos a entre 1 y 2 años, 1.800 millones a entre 2 y 5 años y 550 millones a pagar en más de 5 años.
Para entonces, la compañía anunciaba a través de un comunicado oficial «directivos de la empresa están trabajando con los bancos en distintas alternativas financieras para poder elaborar un plan integral que le permita converger a una estructura de capital viable e independiente de la coyuntura y/o la volatilidad del mercado de capitales».
Molino Cañuelas es una empresa familiar con casi 90 años de historia. Con el tiempo, se convirtió en una de las compañías líderes en producción de harinas, con más de 80% de ese mercado. Hoy en día, cuenta con 21 plantas industriales distribuidas entre la Argentina, Brasil y Uruguay. Allí, se fabrican productos de marcas muy presentes en la vida cotidiana como las harinas Pureza, los bizcochos 9 de Oro, los aceites Cañuelas, las premezclas para bizcochuelos y rebozadores Mamá Cocina y las pastas secas San Agustín. Se estima que emplea a unas 3.000 personas. También, exporta a más de 60 países.