Crespo
El arte en la piel
Un nuevo estilo en la forma de tatuar
Crespo.- Cintia Ibáñez es profesora de artes visuales y licenciada en educación; e incursionó en el mundo del tatuaje poco a poco convirtiéndose en la ciudad de Crespo en la primera mujer tatuadora, que conlleva además a evidenciar que es un rubro donde la diversidad de propuestas brinda una amplitud en la variedad de obras plasmadas en la piel; donde el arte del tatuaje profundiza en lo estético, como así también en los temas y motivos que cada tatuador elige para representar.
Se trata de un rubro históricamente dominado por los hombres, y en el que muchas mujeres que quisieron ingresar encontraron barreras y dificultades. Pero esta artista fue motivada y acompañada en el camino a través del cual encontró otro modo de plasmar sus obras y creatividad. Si se le pregunta sobre si se dedica al arte, responde que “eso es algo que uno siempre se plantea. ¿Soy artista, docente; cual es el rol que cumplo?. Pero se puede decir que, trabajo con el arte y trabajo a través del arte?.
Su inspiración para meterse en este mundo fue un amigo con quien cursaba el profesorado de artes visuales. En ese momento, él ya venía dedicándose a realizar tatuajes. “Ya hace unos veinte años que trabaja como tatuador. Empezó a estudiar el profesorado conmigo, pero finalmente terminó dejando la carrera, para seguir dedicándose al tatuaje. Así que, ese fue mi nexo con este arte. Él fue un motivador para que incursionara en el tatuaje, al igual que mi pareja que me apoyó en la toma de la decisión”, comentó. Un día, mientras se encontraba mirando las redes sociales le apareció una publicación sobre un curso de tatuaje, así que entró al enlace para ver de qué se trataba. “Lo hable con mi pareja, y me dijo que pruebe. Y me gustó mucho, ya que era otra forma de hacer arte; de seguir en lo mío y generar otro ingreso. Así que me pasé un año entero practicando, haciendo cursos; y podría decir que otro año auto tatuándome para ejercitar la técnica”.
Hoy en día, Cintia es reconocida por sus trabajos que pueden verse en Instagram @cintia_ibañez_arte, donde tiene más de 2 mil seguidores y por donde recibe pedidos constantemente. Pero unos años atrás, cuando apenas sabía lo básico, se encontró con el enorme desafío de encontrar quien se animara a que lo tatuara una completa inexperta. Al recordar el primer tatuaje que hizo, cuenta que “no quedé muy conforme. Salió bien, el cliente quedó muy satisfecho, y si al día de hoy miras el tatuaje es un buen trabajo; pero me pasa que soy muy autoexigente, entonces los primeros años lo padecí. Si bien los clientes quedaban contentos, yo notaba el error, pretendía que quedara como en un papel, y era imposible. Porque la superficie del cuerpo humano está en continuo movimiento, además de que la superficie donde se trabaja es muy raro que sea plana, siempre hay alguna curvatura. Pero el tatuar es algo progresivo, con el paso de los años y con la práctica uno va mejorando la técnica de trabajo”.
¿Fue fácil establecerte como mujer tatuadora?
La verdad, que sí. Primero porque hace diez años que estoy en la ciudad trabajando en varios lugares y además pasé por distintos gobiernos brindando talleres de dibujo y pintura, y eso me permitió conocer a mucha gente, y cuando comencé con el tema del tatuaje fue bien recibido. Yo comencé de grande a tatuarme, a los 26 años, primero por venir de un pueblo pequeño del norte de Santa Fe, donde el tatuarse era tema tabú aunque con el tiempo todos esos conceptos fueron cambiando y desarraigándose.
A los clientes, ¿les aconsejas sobre lo que se quieren tatuar, los asesoras?
No sé si es mi faceta de ser madre, de ser docente, pero siempre lo hablo con el cliente; porque si lo que propone sé que no va a quedar bien, se lo digo. Siempre lo hablo porque también esta esto de que no puedo hacer algo que no me gusta; o no voy a tatuar algo que quede mal o que sea feo. Primero porque arruino a la persona, y segundo porque es mi trabajo. Lo importante es generar esa confianza y la asesoría en lo que se va a hacer, más si es un primer tatuaje. Siempre trato de charlar las cuestiones de donde hacerlo, el tamaño, el diseño. Si son diseños muy repetitivos, se lo planteo y buscamos otras opciones que reflejen ese mismo significado, o trato de cambiarle algún detalle que lo convierta un tatuaje más personalizado.
Los mayores, los abuelos, las abuelas, ¿se tatúan?
He tatuado mucha gente grande. Mi público es más adulto que adolescente. Tatúo mucha gente que se quieren hacer su primer tatuaje, y está muy bueno que te brinden esa confianza.