Día de la madre
El arte de la música y la cultura
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Talentosas artistas y el sostén más importante, Soledad y Mirta, sus aliadas incondicionales • Meri Velázquez y el canto; Anabella Jacob y la pintura
Crespo- Las hijas de ambas tienen puntos en común. Son figuras locales, de diferentes áreas, con historias disímiles, pero en el último tiempo, por diferentes razones, llevaron el nombre de Crespo a las noticias nacionales.
Una desde el canto, la otra desde la pintura. Para este hermoso presente, hubo previamente un camino de niñez y adolescencia con sueños y proyectos, llegando a esta juventud y adultez donde sus madres, como siempre, siguen ofreciendo acompañamiento incondicional.
Escuchamos la opinión de esas dos mamás, mujeres de bajo perfil pero que tienen lindas anécdotas para contar al hablar de sus ‘niñas’, que crecen en edad y también en exposición social a partir de sus trabajos.
Canto y cariño
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María Paz “Meri” Velázquez, 23 años, se presentó a mediados de año, en el programa La Voz, que se emitió por Telefé. En su primera presentación cantó Love in the de dark de Adele y cautivó a los jurados. Eligió sumarse al equipo de ‘Lali’ Espósito. No resultó ganadora, pero su participación representó una gran experiencia personal. Fue, por un lado, llegar a un canal de alcance nacional. También la chance de compartir espacio con el jurado compuesto por reconocidos artistas como Soledad, Miranda, Luck Ra y Lali. Y, por supuesto, la alegría de los elogios tanto en el programa como en Crespo, que la recibió con orgullo por su tarea.
‘Meri’ nunca estuvo sola. En su ‘equipo’, la compañera indiscutida fue su mamá Soledad Heinnitz, quien hizo con ella todo el camino. Sole recordó que “Nos enteramos con Meri que había casting para La Voz Argentina y estábamos súper emocionadas. Partimos a Rosario para iniciar ese sueño. Meri estaba toda producida y nerviosa, pero feliz, que era lo importante. Llegamos, había muchísima gente, mucha fila, esperamos porque valía la pena. En la fila nos comentaron que para quedar preseleccionados te tenían que separar en una sala para hacerte más preguntas y hacerte cantar más. Meri pasó a la preselección y le hicieron completar un formulario de preguntas. Pero algo raro pasó después, no la llamaron más, no la hacían pasar. Tras un largo rato preguntó si algo pasaba, le dijeron que se podía ir. No entendía nada, pidió que le expliquen, pero no le dieron respuesta. Llorando por la desilusión se fue del casting a pasear al shopping, pero se había quedado con la duda. Comimos, paseamos, nos subimos a la camioneta para irnos. Nos estábamos yendo y la llamaron. Tenía que volver a hacer la entrevista porque se había traspapelado su ficha, ya estaba en la sala separada y no la habían visto. Emocionadas volvimos corriendo para que la hagan pasar a la sala. Fue una hermosa experiencia con un conjunto de muchas emociones”, recordó sobre aquellos primeros pasos donde, como siempre en la vida, la acompañó.
De eso, en fin, se trata la vida y el rol de una mamá. Acompaña, apoya y sostiene. “Juntas siempre tiramos para adelante, yendo a castings, programas y demás. Nunca nos dimos por vencidas. Cuando una tiene un sueño hay que perseguirlo, es lo que siempre le planteamos a ella, que vaya tras sus sueños”.
Mirando hacia atrás, recordó que “Siempre fue a baile, ya teniendo 4 años, desde muy chiquita. Siempre fue muy tímida. En las muestras le costaba salir al escenario, Pero desde nuestro lugar la incentivamos para que no deje de bailar o cantar. Con nosotros siempre hacía ‘shows’, pero después no se animaba, le costaba. Pero nunca la dejamos de ‘empujar’ para no que no abandone lo que le gusta”.
Planificando este día especial, Sole comentó que el domingo será, lógicamente, con asado familiar, seguramente a cargo de Pachín, su esposo y compañero de vida.
Pintura y amor
Anabella Jacob nació en 1995 en Crespo. Hoy es una reconocida artista plástica, muralista e ilustradora que ha logrado reconocimiento masivo con sus trabajos. Previamente, en 2017 concluyó exitosamente su formación académica al completar el Profesorado de Dibujo y Pintura avalado por el Conservatorio Grassi.
Alguna vez pensó en ser docente, pero un inapelable llamado de su vocación hizo que se dedicara de lleno a la pintura. Dueña de un gran talento, fue cosechando éxitos y consolidando su carrera dentro y fuera de la provincia. Hoy las reproducciones de sus obras se exponen y comercializan en importantes lugares.
Así fue que, en 2024, una reconocida galería en Buenos Aires, del barrio de Palermo, fue otro lugar seleccionado para sus trabajos. Allí fue donde productores de Netflix vieron sus cuadros y pensaron en ellos para decorar la casa de ‘Vicky’, el personaje que interpretó Griselda Siciliani en la serie ‘Envidiosa’, una de las más vistas en América Latina en la plataforma de streaming.
Siempre tuvo el apoyo de familiares y amigos. Marcando que se puede vivir del arte, Ana tiene claro que para eso hay que trabajar mucho. Las oportunidades no caen del cielo, sino que uno se tiene que mover, siendo constante y perseverante. Son sus valores, esos que le inculcaron en su familia, y en los que mucho tuvo que ver su mamá, Mirta Schneider, que recuerda: “A Anabella desde chica le gustaba dibujar y pintar”.
Mientras hacía el profesorado de dibujo y pintura, fue vendiendo obras para sus primeros clientes, en su mayoría amigos y familiares. “Fue entonces que apostó a convertir lo que era su hobby en su trabajo”, contó su madre.
Al principio pintaba todo, intentando llamar la atención y crear contenido que llegue a un nuevo público. Después se fue enfocando en la creación de obras, cuadros y murales; dictando también workshops y talleres; y hasta llevando diseños a objetos de uso diario como fundas de celulares, cuadernos o individuales.
Su mamá recordó a Paralelo 32 que “cuando nació trajo mucha alegría a la familia y siempre fue una niña alegre, risueña, tranquila y buena. Desde muy chiquita ama pintar. El mejor regalo era una caja de lápices de colores y un libro para colorear. Era su entretenimiento favorito”.
“Nunca imaginé que iba a ser su trabajo. Siempre lo vi como un hobby, pero ella se fue perfeccionando y ganando un espacio en el arte con sello propio, lo que nos llena de orgullo y como familia acompañamos y apoyamos. En particular, como mamá, estoy muy orgullosa y feliz por sus logros. Me siento gratamente sorprendida y agradecida de este momento que está viviendo, recordando con nostalgia como en sus comienzos las paredes y objetos de nuestra casa fueron intervenidos artísticamente a modo de práctica”.
En relación a este domingo especial, Mirta planteó que “El festejo del Día de la Madre siempre es en familia, en compañía de todos los hijos, y ahora también nietos”. En esa mesa familiar, en consecuencia, estarán junto a Mirta su esposo Juan Carlos, sus cuatro hijos (Melisa, Nicolás, Anabella y Tomás), yerno Matías y nietos Josefina y Faustino.