“Doble Nelson” para tamberos y otros productores
Durante las guerras napoleónicas entre 1803 y 1815, la Armada Británica obtuvo victorias utilizando una técnica de lucha libre, “la doble Nelson”, inspirada en el almirante Horatio Nelson. Consiste en inmovilizar al oponente y causarle dolor para inducirlo a la rendición, trabándole el cuello, la muñeca, y el otro brazo, colocándolo en una posición sin salida.
La tremenda sequía de este año (por favor alguien avise de esto a los despachos techados de Buenos Aires) dejó sin granos ni pasturas a los tambos, con una caída en la producción y la perspectiva de un invierno sin reservas. Dentro de un corto tiempo unos pocos se preguntarán por qué cerraron muchos tambos, mientras otros producen mucho menos, y los militantes de la burbuja, influidos por el relato de “la culpa es del otro”, saldrán a condenar al almacenero o el industrial por el alto precio de la leche.
Como si eso no fuera suficiente para acabar con los tambos de explotación familiar, ahora apareció el “dólar soja 2”, al que el economista especializado en agro, Salvador Distefano, llama “dólar Hood Robin”, porque se les quita a los chicos para darles a los ricos (exportadores). Es demasiado obvio decir que a falta de pasturas y el maíz que se secó, hace falta suplementar con balanceados con alto contenido de soja y de un grano que también encarecerá por fracaso de cosecha.
A los exportadores les bajaron 2 puntos de retenciones, lo que significa pagarles 230 por dólar, beneficiando más al dueño del campo que al productor, porque éste vende cuando levanta la cosecha y paga el arriendo durante todo el año, principalmente a fines de noviembre y diciembre y a valor soja, que vendió barata y deberá pagar arriendo al precio de una soja cara que ya no está en su poder.
Por eso Di Stéfano lo llama Hood Robin a este invento del Ministro Massa; porque a la ganadería bovina, porcina, ovina, caprinos, la avicultura; se ven perjudicadas porque utilizan soja para alimentar. Y fundamentalmente a la producción que entrega un producto fundamental para la alimentación; leche.
En cuanto a los efectos monetarios que tendrá, por tener el dólar soja a $ 230 el gobierno va a tener que emitir más papel pintado llamado peso, produciendo el daño colateral de mas inflación y más brecha con el dólar alternativo.
“El dólar soja 2 sirve poco para la economía real, genera una transferencia de recursos del productor al exportador (que es quien gana) y del productor al Estado, y va a dejar consecuencias muy nocivas con respecto a la inflación y dólar alternativo”, asegura el economista. Parece mentira que un ministro de la Nación prefiera desconocer que la economía tiene vasos comunicantes, dando manotones de ahogado que, aparte de proveerle algunos dólares para seguir respirando, agravará los problemas.