Desarrollo Social municipal asiste con dos programas a unas 340 familias con chicos y pensionados con ingresos mínimos
El municipio a través de la Dirección de Desarrollo Social asiste a unas 340 familias con niños, pensionados o con ingresos inestables, a través de dos programas: bonos alimentarios mensuales y la asignación municipal.
“Entregamos bonos alimentarios de $ 300 mensuales para comprar mercadería en comercios adheridos. Hubo un leve incremento en los últimos meses pasando de 250 a 254 beneficiarios”- dijo la licenciada Vanesa Pusineri. Explicó que el programa es un complemento de la tarjeta Sidecreer que tienen la mayoría de quienes reciben esta ayuda. “Sidecreer subió este mes de $ 150 a $ 200 la ayuda”. El monto que destina el municipio se modificó en 2017. “Hay un presupuesto, lo vamos evaluando”- precisó la funcionaria y señaló que no hay pedidos de asistencia pendientes ni en lista de espera.
El otro programa, es la Asignación Municipal. Otorga $ 500 mensuales a quienes no tienen otros ingresos. “Hay beneficiarios que también reciben bonos alimentarios”- explicó Pusineri. En mayo hubo 95 asistencias, pero por acceder a beneficios jubilatorios o pensiones, la cantidad bajó en junio a 84. “Este mes se paga como un aguinaldo, entonces perciben $ 250 más”- aclaró.
En materia asistencial, por otra parte, desde el Centro Comunitario se continúa entregando dos viandas que se preparan regularmente desde hace varios años.
Comenzado el frío hubo un incremento en compra de medicamentos. “Atendemos la demanda a través de los Centros de Salud, pero cuando no hay disponibilidad se autoriza la compra en farmacias”- señaló la directora de Desarrollo Social. Durante mayo se brindó ayuda a 45 solicitantes y del total de gastos que contempla también análisis de laboratorios y cristales para anteojos, el 82% del monto correspondió a medicamentos.
Las bajas temperaturas también motivaron la asistencia con frazadas que se confeccionan en el Taller de Costura Práctica que dicta el municipio. “Entregamos 33 frazadas, se van evaluando los casos, lógicamente no reciben quienes fueron socorridos el año pasado por entender que las frazadas tienen durabilidad. Es para familias con trabajos informales. Los que pueden acreditar ingresos quedan en lista de espera- comentó-. También hay que decir – agregó- que surgen pedidos de gente que no es habitual, viene por las dudas, y con la ficha socioeconómica se comprueba y se descarta”.