Denuncian «persecución»contra sacerdotes católicos en Nicaragua
Sacerdotes de la Iglesia Católica de Nicaragua permanecen bajo una «persecución» por parte del gobierno de Daniel Ortega, denunció el jueves el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), luego de que al menos dos sacerdotes fueran acosados por fuerzas policiales durante esta semana.
«Nicaragua, apoyemos a la iglesia, apoyemos a los sacerdotes que como Monseñor Rolando Álvarez resisten con dignidad, coherencia y valentía la persecución impuesta por el régimen Ortega Murillo», dijo el Cenidh en Twitter.
El sacerdote Uriel Vallejos, de la ciudad de Sébaco, permaneció encerrado en una casa cural durante más de 50 horas luego de que la Policía Nacional forzara las cerraduras de la capilla Niño Jesús de Praga, la cual dirigía, como parte de un operativo para apropiarse de los equipos de varias emisoras radiales que fueron obligadas a cerrar por mandato del gobierno de Daniel Ortega.
“Continuamos custodiados, acá estamos, solo nos queda pedir fuerza al Señor. Gracias por sus oraciones. La Virgen de Fátima nos está acompañando”, dijo en Twitter el sacerdote, que se mantiene sin energía eléctrica.
Vallejos estuvo sin poder salir y sobrevivió el encierro con pan y agua, según reportó el periódico local La Prensa. Se conoció de forma extraoficial que el sacerdote logró salir del lugar este jueves por la mañana.
En la ciudad de Matagalpa, donde se encuentra el obispo de dicha Diócesis, monseñor Rolando Álvarez, uno de los más críticos a la gestión de Ortega, los policías se apostaron en las afueras de la casa cural donde se encuentra, bloqueándoles el acceso a los feligreses y al resto de los sacerdotes.
“Qué necesidad hay de desplegar todas esas fuerzas policiales. Si era tan sencillo dejar mi casa, dejar la puerta de mi curia normal, como cualquier casa para que entraran a rezar, para que entráramos a adorar al Señor. Rodean la curia como si fuera un cuartel, como si estuviéramos confabulando contra quién, si nosotros les amamos, les queremos”, manifestó el prelado.
La persecución contra Álvarez, una de las voces más críticas en Nicaragua, ha empezado desde hace varios meses. En mayo se resguardó en un templo en Managua por horas, luego de que policías lo siguieran a donde se movía.
Ofensiva de Ortega contra la Iglesia
Ortega ha emprendido una ofensiva contra la Iglesia Católica desde el año 2018, cuando empezaron las protestas contra su gobierno.
El mandatario ha llamado a los sacerdotes “diablos con sotanas”; y ese mismo discurso lo ha replicado su esposa, la también vicepresidente Rosario Murillo, que ha denunciado un “intento de golpe de Estado”, contra su gobierno.
Hasta el momento han sido detenidos dos sacerdotes acusados de diversos delitos.
Algunos analistas han dicho a la Voz de América que Ortega está tomando posturas más radicales contra el clero.
“ Hace poco se expulsó al representante del Vaticano y ahora comenzó la persecución contra los líderes, el rumbo es desolador”, comentó a la VOA el opositor y exreo político Gabriel Putoy.
Martha Patricia Molina, una experta en temas religiosos que realiza un conteo sobre las agresiones a la Iglesia, expresó que hasta mayo de 2022 se contabilizan 190 ataques y agresiones a la iglesia católica de Nicaragua.
“Hasta la fecha se han expuesto únicamente las agresiones desde una perspectiva religiosa, que posiblemente la sanción más grave sería la excomunión; pero no podemos limitarnos a hablar sólo de religión porque lo que se está cometiendo en contra de la Iglesia católica son crímines y se encuentran tipificados en nuestras leyes penales”, subrayó.
Yader Morazán, especialista en temas judiciales, afirmó que la medida impuesta contra los sacerdotes podría incluso caber en el delito de “secuestro simple”, según el Código Penal de Nicaragua, que establece que “quien sustraiga, retenga u oculte a una persona contra su voluntad, incurrirá en prisión de tres a seis años y de cien a trescientos días multa”.
Y Morazán agrega que el delito es más grave “cuando es realizado por una autoridad, funcionario y empleado público prevaliéndose de su cargo”.
Brian A. Nichols, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EEUU dijo el miércoles en Twitter que Ortega ha asestado «un brutal ataque contra el clero católico».
«Es otro golpe a las libertades de religión y expresión en Nicaragua. ¿Cómo pueden hombres y mujeres de uniforme (muchos gente de fe) ejecutar tales órdenes?», cuestionó Nichols en referencia a la cancelación de varias emisoras de la Iglesia.