Del 1 al 7 de agosto se celebra la semana de la Lactancia Materna
La semana mundial de la lactancia materna se celebra en más de 120 países del 1 al 7 de agosto. El lema de este año es “Lactancia materna, pilar de vida”.
El lema de 2018 destaca que la Lactancia Materna significa salud para toda la vida y es uno de los medios más eficaces y menos costosos para asegurar que madres y sus niños y niñas pequeñas alcancen el nivel de salud “más alto alcanzable”.
Algunos de los tantos beneficios de la leche materna son:
– Tiene todas las vitaminas, las grasas y las proteínas que necesita el bebé en cantidad exacta.
– Es la vacuna para todas las enfermedades infectocontagiosas.
– Esta a la temperatura justa y no se echa a perder.
Instaurada oficialmente por la OMS y la Unicef en 1992, es actualmente el movimiento social más extendido en defensa del amamantamiento, el cual previene el hambre y la malnutrición en todas sus formas.
La lactancia materna no solo constituye la manera más económica de alimentar a los bebés sino que es base para asegurar el crecimiento, desarrollo y supervivencia de los niños.
La leche materna es el alimento más seguro ante la diabetes, diarreas, catarros, neumonías, meningitis, asma alergias y sobrepeso. Se ha demostrado que estimula el cerebro de los infantes y fortalece el vínculo entre progenitora y descendiente.
Según los especialistas, reduce la mortalidad infantil, tiene beneficios sanitarios que llegan hasta la edad adulta, así como promueve el desarrollo sensorial y cognitivo de los pequeños.
Para este 2018 la OMS, la Unicef y la Alianza Mundial pro Lactancia Materna hacen un llamado a los gobiernos por una mayor información sobre la importancia de ese actor y el desarrollo de estrategias que lo apoyen.
Estas instituciones sanitarias serán puntos de difusión informativa para gestantes y sus acompañantes acerca de la necesidad de amamantar al bebé en sus primeros seis meses de vida, y como complemento, hasta los dos años.
Para que las madres puedan iniciar y mantener la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la OMS y el Unicef recomiendan:
– que la lactancia se inicie en la primera hora de vida;
– que el lactante solo reciba leche materna, sin ningún otro alimento ni bebida, ni siquiera agua;
– que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche;
– que no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes.
– La leche materna es la primera comida natural para los lactantes. Aporta toda la energía y los nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida, y sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño durante el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el segundo año.
– La leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una recuperación más rápida de las enfermedades.