Debe ser el nervio ciático
** Habiendo transcurrido 172 días de los primeros 172 días de cuarentena, me dispongo a iniciar una nueva columna mangrullera (y van alrededor de dos mil) tratando de no hablar de ella, que debía ser para nuestro bien y nos está dejando dudas. No nos explicaron la clase de bien. También usamos esa palabra cuando estamos bien jodidos.
Pero mejor hablemos de cosas chévere, como que se aproxima la primavera y aunque tengamos que admirarla desde atrás del vidrio, sigue siendo linda y estimulante como la mujer amada.
** Hablemos del humor, que es un emergente social, un organismo vivo que se va renovando y quien lo alimenta es el asombro o la preocupación de la sociedad, pero la hamburguesa combo para alimentar el humor son los políticos, que en nuestro país por lo general son desopilantes, rara vez prudentes, moderados o diplomáticos. Dan para la joda ¿viste?
** Patinan en la escalera, improvisan, quieren apagar fuegos escupiendo, mienten a descaro… ¿y cómo puede un gobernante mentir y sobrevivir a ello? Porque no le hablan a la población en general sino a sus fans, y a ellos no les importa la realidad, los hechos, sino lo que su líder dice, porque él dice solo lo que quieren oír. No conozco a muchos líderes políticos del mundo pero sospecho de todos (por algo llegaron a donde están), sobre todo en las naciones donde han logrado el objetivo de sumir en el seminanalfabetismo a la mitad de la población y se ofrecen como padres buenos que los sacarán de donde los metieron.
Prioridades senatoriales
** Sucede que los fans canonizan a sus líderes, eso los hace libres de decir, por ejemplo cuando no quieren hablar con policías, que ellos se ocultan dentro de los patrulleros. O decir que en el país crece la inversión y la innovación, mientras a los que quieren innovar, como los creadores de software, no se les aprueba la Ley de Economía del Conocimiento.
** Esa ley tiene media sanción en Diputados pero la mala suerte de que el Senado tenga otras prioridades, como rajar a los jueces federales que tienen en sus juzgados las causas calientes, para poner los propios, que necesitarán un par de años para tomar conocimiento de todos esos voluminosos expedientes.
** No hay dudas que la exportación de software es segunda en generación de ingresos por exportación, después de la agropecuaria. Sus empresarios advirtieron esta semana que, de no sancionarse la Ley de Economía del Conocimiento, dejarán de facturar más de 33.000 millones de pesos en 2020. La Cámara de la Industria Argentina de Software (CESSI), entidad que nuclea y representa a más de 1.500 empresas destacó que de no sancionarse la Ley de Economía del Conocimiento, otro riesgo subyacente es la pérdida de 11.200 puestos de trabajo en 2020.
¡Qué ganas de fastidiar esta gente del Software! ¿no? Es como que no les da la cabeza para entender que gobernar es como el ajedrez, tiene prioridades, una de ellas es proteger a la reina. Además, ¿qué son 33.000 millones?, apenas lo que le birlaron del presupuesto al pelado R. Larreta para dárselo a Axel para tirar manteca al techo.
** Y ya que los mencionamos; todo bien muchachos canas si reclaman por el salario, por las forreadas de las que son víctimas, etcétera, pero eso de rodear la Quinta de Olivos con los fierros en la cintura y a bordo de patrulleros, despierta fantasmas indeseados. No cometan moyanadas.
Humor y realidad
** El humor popular –de eso hablábamos cuando nos perdimos– un año atrás pasaba por chistes tipo: “sigan discutiendo sobre el dólar, la inflación, la deuda externa, mientras tanto Arjona nos está metiendo dos o tres recitales en la Argentina”, ironía de algún troll del club de melómanos de buen gusto musical.
** Hoy ese mismo chiste ha perdido gracia cuando leemos o escuchamos decir: “dale, sigan discutiendo la reforma K de la justicia federal, la pandemia y el malestar de la policía bonaerense, mientras tanto Cristóbal López (dueño de C5N para quienes deseen entender mejor la línea editorial de ese canal) y Lázaro Báez arman carpa en algún barrio bien caté”.
Aquel billete de cien
** Un año atrás discutíamos el avance de la cotización del dólar, que empezaba a superar los 40 pesos. No había mercado negro sino una sola cotización, la oficial. Se le echaba la culpa a la posibilidad nunca mejor sospechada de que Cristina podría llegar al poder. Hoy está ejerciendo el poder y el dólar que no se consigue cotiza $ 78,75, el Banco Nación vende hasta 200 dólares al mes al valor de 102,37 mangos, y el dólar libre, otrora negro y hoy sutilmente llamado blue porque negro es discriminador, cotiza 131 mangos (valores del jueves). Conclusión; mintieron los que culparon a la doctora, ya no es candidata y nuestra mango nacional y popular está en picada libre. Ahora dirán que es porque Massita amaga a candidatearse a presidente.
** El billete de 100 está irreconocible. Los memes de un año atrás, de indiscutido humor boquense, mostraban un billete de cien dólares donde Franklin era reemplazado por un escudo de River Plate y este aserto: ‘Es lo que podemos hacer para que el dólar descienda’.
Por ese entonces, cuando pagabas con un billete de 100 pesos te preguntaban si no tenías cambio, hoy vas a garpar con un fajo de esos billetes los tres kilos de falda y tres de papas para la peña, la cajera te mira en modo diablo por complicarle el cobro con cambio. ¿No tenés más grande?, ¡Tengo gente esperando en la fila!
La fatiga del Zoom
** Y así, mientras gira el mundo gira en su espacio infinito y por primera vez en la historia de la humanidad se va pareciendo al ideal cubano (nivelar hacia abajo), seamos compasivos con nuestros gobernantes. Después de todo a ellos les pega la pandemia igual que a nosotros, ¿por qué deberían estar cuerdos si nosotros caminamos sobre un cable de acero?
** Lo saben los que marchan por las calles buscando ofertas para llegar a fin de mes. Se ve una larga fila esperando en una vereda. ¿qué hay por aquí, alguna farmacia que atiende Pami; una pollería con Sale de pata muslo a 30 por ciento bonificado?, pregunta una señora con barbijo tipo asaltante de bancos.
–No, es el consultorio de una psicóloga, le responde la compañera, que es del barrio y sabe.
** Pero a no desanimarse que toda pandemia deja una enseñanza, ¿Quién no aprendió palabras y conceptos nuevos como Zoom, conversatorio, Webinar, ‘linkeame’ (una especie de britañol) y otras musarañas. En mi caso no solo las tengo aprendidas sino que he experimentado como una nueva patología la “fatiga de Zoom”. La cura consiste en salir a abrazar amigos, pero eso está peor visto que visitar a la curandera y fricarse con Untisal. ** Así las cosas, el humor debería ser declarado esencial, como la papa frita o el Fernet, porque sin el humor podría ser muchísmimo mayor el nivel de argentinos que se comportan como Alberto, atosigado por una pesada mochila que le cayó en 2010, según sus propias palabras.