Sociedad
De vendedor de rosquitas a Soldado Granadero: La inspiradora historia de Oscar Forni
En enero del 2020, la historia de un joven llamado Oscar Forni, oriundo de Santa Elena, conmovió a a la sociedad. Oscar se encontraba ayudando a su madre en la venta de rosquitas y masas dulces en la costanera de su ciudad natal cuando una mujer a bordo de una moto le gritó "mugriento". Lo que sucedió a partir de ese momento es un testimonio de determinación, esfuerzo y superación que merece ser contado.
En ese momento, Oscar era un estudiante comprometido. Además de su trabajo en la venta de rosquitas, tenía un programa de radio en una escuela pública, participaba en obras de teatro y mostraba su talento musical al tocar la guitarra. Sin embargo, lo que más destacaba de él era su deseo de ayudar a su familia, apoyando en la elaboración y venta de productos caseros.
El incidente en la costanera, cuando una desconocida lo calificó de "mugriento", llevó a Oscar a reflexionar sobre la percepción que algunas personas tienen sobre los vendedores ambulantes y la realidad que enfrentan. En respuesta, Oscar compartió sus pensamientos en las redes sociales: "¿Por qué me dice mugriento la chica? si cada uno puede, que viva de lo que vende. Y si no vende, no puede llevar el pan a su casa. Si no vendo, no como en el día. Nadie sabe la situación. Pero la chica que me dijo mugriento es porque no sabe lo que es ganarse su plata para comprarse lo que quiera, porque siempre tuvo todo de arriba. Piensa que la gente que vende en la calle es mugriento, pero es la gente más humilde que puede existir".
Estas palabras reflejaban la determinación y dignidad de un joven que nunca se rindió ante las dificultades y que estaba decidido a cambiar su destino. Su historia se convirtió en un ejemplo de resiliencia y lucha contra los estigmas sociales.
Hoy, Oscar Forni tiene 22 años y se ha graduado como Soldado Granadero recibiendo una distinción como Mejor Camarada en el Regimiento de Granaderos a Caballos del General José de San Martín, ubicado en Palermo, provincia de Buenos Aires. Este logro no solo es un testimonio de su dedicación y esfuerzo, sino también un recordatorio de que los sueños pueden hacerse realidad si uno trabaja incansablemente para alcanzarlos.
Cuando Oscar logró esta hazaña, lo primero que hizo fue compartir su éxito con su madre, quien había estado a su lado durante toda su travesía. "Mirá mamá, lo logré", le dijo, y los dos se abrazaron con lágrimas en los ojos. Este emotivo momento encapsula el viaje de dos personas que nunca se dejaron vencer por las adversidades y que demostraron que con tenacidad y amor, se pueden superar los obstáculos más desafiantes.
La historia de Oscar Forni nos recuerda que no importa de dónde vengamos o las dificultades que enfrentemos; con determinación, trabajo duro y apoyo de quienes amamos, podemos alcanzar nuestras metas y superar cualquier obstáculo.