Dan relevancia a lesiones psicológicas sufridas por violencia de género
María Grande (El Diario).- Fuentes judiciales precisaron que en un acuerdo de juicio abreviado se dio preeminencia a las lesiones psicológicas que padeció una mujer al ser atacada por su ex pareja, quien tenía prohibido acercársele. En una mirada novedosa se valoraron las consecuencias psicológicas por encima de las lesiones físicas. El imputado reconoció su responsabilidad y aceptó cumplir siete años de cárcel.
Será ahora el Tribunal de Juicio y Apelaciones el que dará a conocer en el plazo que determina la Ley, su veredicto en relación al acuerdo de juicio abreviado que le presentaron las fiscales Matilde Federik e Ileana Viviani, y Miguel Ángel Cullen y Guillermo Varorelli, defensores del imputado JAG, en relación a los cargos que se le formularon por los delitos de Violación de domicilio, Desobediencia judicial (concursados idealmente) y Lesiones graves agravadas por haberse perpetrado en contra de una ex pareja y en contexto de violencia de género, en concurso real. La pena acordada y aceptada por el imputado es de siete años de cumplimiento efectivo.
Según precisaron fuentes judiciales “lo novedoso del caso es que se van a tomar como lesiones las lesiones psicológicas que sufrió la mujer como consecuencia de la violencia de género, porque las lesiones físicas no fueron de una entidad importante, lo que no significa minimizarlas ni quitarles entidad”.
Añadieron que se evaluó que “el contexto de violencia generó un cuadro psicológico, lo que es grave, pero nunca se considera a las lesiones psicológicas como lesiones si éstas no son físicas; en este caso se le dio preponderancia a las lesiones psicológicas, lo que derivó en un duro pedido de pena”.
Grave daño
Además de la descripción de las lesiones físicas, consistentes en escoriaciones, edemas y equimosis, se mencionó el “grave daño en su salud física”. Aquel daño quedó registrado en un informe de profesionales del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial.
Allí se consignó que la mujer presentó “intenso temor, conductas de aislamiento, trastorno del sueño, sentimientos de inseguridad y desvalimiento. Además, aquel informe fue complementado con el que realizaron profesionales del Centro Integrador Comunitario (CIC) de María Grande, que exhibió que la víctima presentó “recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos (flashback), ansiedad elevado, humor deprimido, irritabilidad, hipervigilancia e insomnio mixto, problemas para concentrarse e incapacidad de experimentar emociones positivas, cuya alteración era clínicamente significativa con deterioro social, viendo limitada su capacidad de goce en la distintas áreas de su vida”.
El hecho
Según la acusación, al imputado se le atribuyó que “estando notificado de las medidas de restricción” dictadas el 30 de diciembre de 2019 por la jueza de Paz de María Grande, Silvia Márquez, para proteger a la ex mujer de su accionar, restricciones que por un plazo de 90 días le impedían acercarse a su ex en un radio de 100 metros, el imputado, el 19 de enero de 2020 aproximadamente a las 3.00, cuando la mujer estaba durmiendo con su nueva pareja, irrumpió en la habitación tras ingresar a la casa por una ventana ubicada en el frente de la casa.
Al advertir la presencia de JAG, la mujer le pidió a su acompañante que se escondiera. En ese contexto, JAG la increpó con preguntas sobre con quién estaba y tras observar que la mujer tomó su teléfono, se lo quitó y la arrojó a la cama donde le apretó el cuello y la cabeza contra la almohada, lo que le impedía respirar.
En el forcejeo, la mujer logró romper un vidrio de una ventana de una patada, lo que distrajo al imputado y le permitió recuperar el celular y apretar el botón antipánico para pedir ayuda. Al percatarse el imputado, intentó ahorcarla con un kimono, pero ante la resistencia de la mujer tomó la prenda e intentó introducírsela en la boca, momento en que advirtió la presencia de la pareja de la mujer y dirigió el ataque hacia aquel. Instantes después llegó la policía y lo detuvo cuando pretendió huir del lugar.