Producción
Crisis en Corrientes: productores de Goya tiran tomates y analizan abandonar la actividad
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En la última semana, productores hortícolas de Goya y Santa Lucía, en la provincia de Corrientes, advirtieron que atraviesan una situación límite: ante la abrupta caída de los precios y la falta de compradores, comenzaron a descartar su producción de tomates y evalúan retirarse de la actividad.
Actualmente, los horticultores reciben entre $3.000 y $5.000 por cajón de 20 kilogramos, un valor que consideran “irrisorio” para sostener el negocio. El referente del sector, Miguel Tomasella, contó al diario época que el pasado viernes debió tirar 60 cajas y que podría repetir la acción en los próximos días. “Una de las quejas de los centros de distribución es que los tomates están muy maduros”, explicó.
El argumento de las verdulerías y mercados centrales apunta a una supuesta sobreproducción, lo que habría generado una caída drástica en los precios. Sin embargo, los productores señalan que esta situación se agrava por la rápida maduración del fruto y la ausencia de medidas que amortigüen la crisis.
En este contexto, algunos planean regalar la fruta para evitar el desperdicio, como ya lo hicieron en años anteriores, incluso en la rotonda de acceso a Goya.
La falta de rentabilidad amenaza con la desaparición de numerosos emprendimientos familiares. “Para salvar la campaña necesito recibir unos $15.000 por cajón”, advirtió Tomasella, quien no descarta dejar de cosechar. “Si no trabajamos, no habrá más para vender y el precio del kilo va a subir fuertemente”, advirtió.
Pese a la magnitud del problema, los productores aseguran que hasta el momento ninguna autoridad nacional, provincial o municipal intervino. La crisis no solo afecta al tomate: cultivos como el zapallito tronco también fueron descartados en las últimas semanas.
La paradoja se refleja en otro dato alarmante: mientras en algunas zonas de la provincia comedores y merenderos solicitan donaciones para alimentar a familias enteras, en otras, toneladas de alimentos se pierden en el campo.