Cómo se vive detrás del mostrador con las puertas cerradas
Victoria (Paralelo 32).- A 30 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, y con ese número como norte compartimos con varios de nuestros auspiciantes un breve contacto para saber cómo vienen remándola en esta lucha por sobrellevar la cuarentena, que seguramente habrá que cambiarle nombre porque pasaremos los 40 días.
Lo cierto es que el comercio enfrenta un desafío tan grande como cualquiera de los argentinos que mira a su alrededor el panorama. Nadie puede asegurar nada, ni siquiera el más optimista, y el consumo cae de una manera nunca vista por muchos de nosotros.
Mientras tanto hay que seguir pagando sueldos, asegurar mercadería, ¡abrir! los que pueden, honrar los compromisos impositivos, servicios, etc. Pero mejor que nos cuenten ellos, los protagonistas detrás del mostrador:
Como referente de la tradicional casa de electrodomésticos Vicente Mulone, Eduardo Mulone fue el primero en responder: “Desde que estoy al frente del negocio es la época más complicada que me tocó vivir, y creo que en ello hago partícipes a todos los comerciantes. Mi perspectiva en este momento es de total pesimismo porque veníamos de años muy malos, sobre todo el negocio mediano y pequeño estaba abajo en las ventas, con impuestos y servicios altos, pero este parate fue catastrófico. Los bancos han continuado con su política, pese a los anuncios presidenciales, no es todo tan sencillo ni rápido como declaran; y no hubo proveedor, mayoristas, fábricas, etc. que dejara de presentar un cheque o al menos consultara antes la situación de cada uno”.
Como uno de los tantos que vive de su negocio, Eduardo insiste en que: “Hasta ahora no se ha ayudado en nada al Responsable Inscripto, al autónomo, y si bien el gobierno habla de sacar algunas medidas de salvataje, esperemos que no sea demasiado tarde; ojalá mis colegas digan algo más alentador porque particularmente veo mal el pasado, mal el presente, y un futuro incierto”.
Sobre el rol del Centro Comercial, Mulone dijo que “hizo lo que pudo. El presidente cuando lo llamé me respondió, vino personalmente a hablar conmigo, pero dijo que están atados de pies y manos con el decreto nacional, y no es para buscar culpables porque estamos en una situación muy desventajosa como país. Mi miedo es cómo vamos a terminar, porque salvo dos o tres rubros (ligados a los alimentos principalmente) estamos todos en la misma situación”.
Si para quienes venden electrodomésticos el panorama es complicado, Luciano Correa de Marca Registrada, le agrega la compleja trama de los que comercializan indumentaria “Todavía no entramos en los rubros habilitados, de parte del gobierno no hemos tenido mucha ayuda aún, considero que los que tienen dinero están cubiertos, y está bien la ayuda a los carecientes o personas en estado de indigencia, pero el pulmón productivo del país, el que hace andar los engranajes de la economía diaria, no tiene buenas noticias, recién se están definiendo los alcances de las ayudas de parte del gobierno en cuanto a empleados y cargas sociales”.
Luciano tiene dos empleados y la parte que más le preocupa es cómo pagarles, “Uno se las arregla como puede, paga el mínimo de la tarjeta, intenta reducir los gastos, pero esa responsabilidad con la gente que depende de uno es distinta. Los bancos son reticentes a prestar al 24 por ciento. La semana pasada me comuniqué con dos entidades bancarias de las que soy cliente, y no tuve novedades aún. Además considero que la tasa del 24% es alta, en este contexto debería ser como mucho de la mitad (Además, las entidades a ese valor le cargan otros gastos propios — N. de R.), todo está bancarizado, y ellos tienen beneficio en cada operación”.
Consultado por el acompañamiento del Centro Comercial, el entrevistado respondió: “Por lo menos a mí no me ha ayudado nunca, y menos ahora, por eso dejé de ser socio”.
Correa advierte que tiene cheque librados que aún no sabe cómo podrá cubrir si esto se extiende, “y en caso de habilitar los negocios para empezar a comercializar, las ventas van a ser bajas, la gente no está saliendo a la calle”.
Sobre el final, insistió que se debería abrir el ‘grifo’ al comercio local, “No tenemos casos de Covid-19. Y tal vez haciendo una campaña concientizando de los cuidados, donde los mismos comerciantes podríamos colaborar, se podría trabajar”. Añadió luego: “Para que sigamos sin registrar casos se debería controlar más a los proveedores y todas las personas que entran y salen de la ciudad. Estoy convencido que si entra en virus va a ser de esa forma”.
Como emprendedor, Luciano Correa sabe lo que es caer y levantarse, “por eso tengo esperanza, soy emprendedor y lo volvería a elegir todas las veces, porque es lo que me gusta, no concibo otra forma laboral en mí vida que no sea así. Con todos los riesgos que eso conlleva. Esto es una advertencia para todos, deberíamos salir de esta situación con otra mirada”.
Mientras nos preparamos para charlar con otros auspiciantes, Luciano agrega un dato más, ya que siempre fue reticente a la venta por Internet, pero ahora se encuentra armando un catálogo para intentar por ese lado “Quizás todo esto me impulsó a dar ese paso de empezar a vender Online”.
Carlos Torres comercializa e instala termotantes solares y paneles fotovoltaicos, “Sí bien puedo hacer mantenimiento básico de las instalaciones, tengo el problema que mi señora trabaja día por medio, y como tengo hijas pequeñas y no tenemos con quién dejarlas, nos vamos turnando para que no se queden solas”.
Respecto de la situación, Carlos dijo: “No hay plan ‘b’, el gobierno está desatendiendo mucho la parte económica, la cuarentena no se discute pero esto se derrumba. Encima con el dólar que se dispara, va a subir todo, y en mi rubro que comparamos beneficios con el uso del gas, hay que decir que siempre el tubo fue atado al precio del billete estadounidense. En 2019 el tubo de 45 kilos terminó a 3.000 pesos con un dólar fluctuando entre los 61 y 75 pesos; y por lo que son las estimaciones actuales, se calcula que estará en 5.000 pesos para el presente semestre. Sobre esa base nosotros calculamos el precio de nuestro producto que justamente representa un ahorro a mediano plazo”.
Torres no está adherido al Centro Comercial y no ha sido llamado tampoco a ninguna convocatoria, “Como Responsables Inscriptos no hemos sido alcanzados con beneficios, si bien están esos nuevos créditos al 24 por ciento, califiqué pero no he tenido novedades del Banco Nación, en esto se podría insistir para que se acceda más rápido a la financiación”.
Este interlocutor es otro de los que piensa que la rueda debe seguir: “Es inviable seguir hasta junio así, más allá que uno se reinvente y quiera vender por Internet, no hay forma de generar recursos y así no se genera demanda, es una cadena, los gastos están, las tarjetas siguen cobrando y te matan con los intereses, así que es como maquillar una situación que se dispara y promete ser peor”.
Alejandra Di Giacomo, por Café Martínez, canaliza el marco de otro rubro alcanzado por esta cuarentena obligada. “Desde el lanzamiento del DNU que la impuso permanecemos cerrados. Es una situación que acompañamos desde nuestro lugar, sin abrir ni vender por delivery. Hemos priorizado en nuestras finanzas asegurar los sueldos del personal, y en segundo orden los compromisos financieros. El impacto se agudizó porque en nuestras predicciones teníamos los fines de semana largos, que finalmente no fueron de explotación turística. Es decir, un escenario que como a la mayoría de las pymes nos toca atravesar”.
Del Estado —continuó— han accedido a inscribirse en Afip para postularse a la ayuda para sueldos, “Proceso que recién inicia y nos acomodaremos a los tiempos. Por otro lado nuestro banco, privado, nos extendió el permitido de sobregiros”. Además, están gestionando el crédito a tasa 24 % también para sueldos.
Alejandra se anima a plantear lo que harán como primera medida tras la cuarentena, “Lo primero será hablar con los proveedores para acordar como transitar el camino de la recuperación, y al mismo tiempo ajustar los gastos a un nuevo ritmo de ventas que tomará tiempo en recuperarse. No despedimos ningún empleado, ni lo haremos. Simplemente ajustaremos las jornadas a la cantidad de horas que imponga la futura demanda.
Estamos confiados y rezando como todos, por los que enferman y porque pronto esto sea cuestión del pasado”.
A modo de cierre
En el abanico de rubros y los que están habilitados para funcionar, a quienes sí les ha ido relativamente bien es al rubro alimenticio (verdulerías, carnicerías, despensas, etc.) y de farmacias, por citar otro ejemplo que como exentos de restricción siguieron trabajando desde el mismo momento del decreto, pero hay otros como el diagnóstico de imágenes que a pesar de no ser alcanzados por el DNU han visto severamente diezmado su actividad. “No hay que pensar que porque seguimos trabajando están las cosas mejor que aquellos que cerraron. Quizás también hay que pensar en el mantenimiento y los riesgos que asume quien continúa a pesar del detenimiento que experimenta la economía”, nos insistieron.
Como medio gráfico, Paralelo 32 sigue trabajando y llevando información de primera mano a nuestros lectores, desestimada ya –por calificados organismos científicos– aquella psicosis de que el virus se transmite a través del papel, también hacemos un gran esfuerzo para que nuestro pequeño mundo llamado Victoria-Nogoyá (y por supuesto en Crespo y Paraná Campaña), sigan recibiendo este producto que hace más de tres décadas sostenemos con responsabilidad, criterio y compromiso.