Cómo se pensaba trazar la urbanización de Antelo hacia 1890
Victoria.- Una documentación datada el 10 de abril de 1890, nos fue entregada en préstamo recientemente, porque allí figura el primer amojonamiento para el establecimiento de la Colonia sobre Estación Antelo, Km 29,400 del ferrocarril Nogoyá–Victoria.
Por orden del Superior Gobierno de la Provincia, el perito Anselmo Isasi daba cuenta del acta y plano de mensura de los lotes con sus propietarios del Distrito Corrales. También se detalla que la estación del ferrocarril ocupa 560 metros de largo por 210 metros de ancho, con un gráfico que no está en el detalle al que accedimos, pero anticipa que forma un rectángulo allí discriminado.
También se menciona que se ha designado el “punto centro y los ejes (se dan las coordenadas sobre las cuales se extenderán) para las avenidas de 50 metros, que deban cruzarse en el centro de la plaza…”
Anticipa así que la superficie total de la Colonia es de 5 mil hectáreas, cuya demarcación forma un cuadrado que limita al noreste con la propiedad de Don Antonio Crespo, “en la extensión de 5.010 metros y con los herederos Pérez, en la de 2.061 metros”.
Por el sureste, la delimitación también alcanza a los herederos Pérez en la extensión de 1950 metros, “con campo ocupado por los hermanos Isidro y Exequiel Aliendro, y en la extensión de 1.163 metros, con el campo de los herederos de Lencina. Y en la extensión de 1.300 metros con el campo de Agustín Rochí…”
También figuran los herederos de Godoy, Carmelo Campos (Suroeste), Encarnación Fernández, Don Carlos Reggiardo, Antonio Escobar, y de don José Ignacio Arreceigor para estos lotes limitantes con el amojonamiento planteado.
Para el noreste, se replica el apellido Arreceigor y se suma Margarita S. de Castañeda y Chiara hermanos, para cerrar con Antonio Crespo (ya mencionado más arriba).
Una vez hecho este detalle guardando la distancia de las chacras y hecha la misma operatoria en los lados del gran cuadrado, se planteaba como segundo momento la división en chacras para los cuales se levantarán perpendiculares en los mojones colocados.
“También se discriminan accidentes en el terreno y la presencia de arroyos, alambrados, vías férreas, etcétera”.
En la página 4 del documento, se consigna que las manzanas tendrás 100 metros de frente por igual distancia de fondo, separándolas por calles de 20 metros de ancho; si bien las calles que circunvalan a la planta urbana tienen 30 metros de ancho, y las avenidas centrales 50 metros—como figura en otro de los párrafos.
Edificios públicos
En estas líneas también se demarcan las 4 manzanas que formarán la Plaza principal, las cuales también se advierte que han sido amojonadas.
Inclusive se habían elegido dos manzanas, con frente a la plaza, para erigir allí los edificios públicos, y para el ineludible emplazamiento del cementerio. “Hemos planteado con el mayor cuidado la elección de este paraje, para que por su situación y altura, ofrezca las mejores condiciones higiénicas y para el fin a que se destina”.
Calidad de las tierras
El terreno que abarca esta Colonia, se menciona como excelente para la agricultura, destacándose además su ubicación próxima a Victoria como un valor más para incursionar en todo tipo de cultivo.
Otra instancia de este material la conforman las 16 actas que se pusieron a consideración de los propietarios de lotes para acogerse a la Ley de Colonización, o si se someterían a la expropiación. El plazo que se consigna en una de las actas es de 90 días.
Gobernador
Gobernaba la provincia en ese momento don Clamente Basabilbaso. Manuel Crespo había sido elegido el 1 de noviembre de 1886, en fórmula con Clemente Basavilbaso como vicegobernador. Crespo adelantó su asunción, el 3 de marzo de 1887 delegó el mando en Basavilbaso y falleció dos días después. Don Clemente gobernó hasta terminar el periodo el 15 de enero de 1891.
A modo de cierre
Los documentos como tales son verdaderos tesoros, anclajes de un tiempo donde lamentablemente muchas de estas buenas intenciones no prosperaron, quizás también por la detención del ferrocarril como medio de transporte que hacía crecer o desaparecer estaciones y las economías que emergían en su recorrido. Ese mismo tiempo hoy parece darle otro giro a la manivela para encaminar el vagón de un nuevo presente, diametralmente distinto a ese de fines del 1800 pero que vuelve a poner a esta comuna en el mapa de aquellos que disfrutan del turismo de estancia, o simplemente valoran ese momento de tranquilidad y naturaleza.