Ciencia
Como piensa el potencial Jefe del CONICET bajo un Gobierno de Javier Milei
En el siempre cambiante mundo de la política argentina, las alianzas y colaboraciones sorprendentes no son nada inusuales. Uno de los ejemplos más recientes y llamativos es la relación entre el economista y candidato presidencial Javier Milei y el científico Diego Salamone, un experto en clonación y reproducción asistida que podría liderar el CONICET en un eventual gobierno de Milei.
La historia de cómo estos dos personajes de ámbitos aparentemente dispares se cruzaron es una curiosidad en sí misma. Según Salamone, "Él se acercó hace muchos años, un poco maravillado por las cosas que hacíamos. Me presentó a empresarios". Este encuentro se produjo en algún programa de televisión, probablemente en Canal Rural, y de ahí surgió una relación que incluyó almuerzos compartidos y, eventualmente, una visita de Milei al laboratorio de Salamone.
Puede interesarte
La curiosidad de Milei por la labor de Salamone no estaba vinculada a la clonación de perros, como algunos podrían suponer, sino que se centró en las implicaciones económicas y las posibilidades que esta investigación podría ofrecer. Salamone aclaró en una entrevista radial brindada a Radio Con Vos (Buenos Aires), que: "La clonación es solo una de las áreas, y no necesariamente la que más impacto. También trabajo en toda la parte de reproducción asistida".
Uno de los aspectos más intrigantes de esta colaboración es el papel de una empresa privada que permitió a Salamone avanzar en su investigación. "Con el caso de la clonación, teníamos un gran entusiasmo gracias a la participación de una empresa privada que me permitió no trabarme, porque necesitaba un montón de recursos", explicó. Este apoyo financiero posibilitó el desarrollo de tecnologías innovadoras, como la creación de vacas capaces de producir en su leche la hormona de crecimiento. Así, Argentina se ha convertido en un líder en el campo de la clonación a nivel mundial.
En cuanto a la visión de Milei sobre el CONICET y la investigación científica en Argentina, Salamone expresó: "Se va a crear una oficina desde la cual se va a apoyar muchísimo las áreas críticas y que tienen posibilidades". Sin embargo, también aclaró que Milei está preocupado por el enfoque de la investigación y la asignación de recursos, particularmente en momentos de crisis. "Hay temas que en los momentos de crisis tal vez vale la pena financiar más que otros temas", señaló Salamone en la nota. También enfatizó que bajo la dirección de Milei, la relación entre la ciencia y las empresas se fortalecerá. Señaló que muchas empresas están dispuestas a invertir en investigación y desarrollo, lo que el Estado no siempre puede financiar en su totalidad. Esta colaboración puede ser beneficiosa tanto para la ciencia como para la economía del país.
En cuanto a los becarios del CONICET, Salamone planteó la posibilidad de que no necesariamente deban estar "full time" en sus investigaciones todo el tiempo y sugirió la importancia de brindarles conocimientos sobre emprendedurismo y patentes para fomentar su inserción en el mundo empresarial.
Sin embargo, en medio de estas propuestas de cambio y crecimiento en la investigación científica, Salamone reconoció un desafío importante: la falta de financiamiento adecuado. "En este momento, no tendríamos que crecer el número de investigadores, sí tendríamos que financiarlos mejor, porque sino vamos a terminar perdiéndolos. Además, pienso que los recursos que reciben para hacer las investigaciones son extremadamente insuficientes", afirmó.
Un punto de desacuerdo entre Salamone y Milei es la postura del economista en relación al cambio climático. Salamone destacó que gran parte del problema es causado por el hemisferio norte y subrayó la importancia de abordar este desafío global.
En resumen, la posible designación de Diego Salamone como jefe del CONICET bajo un gobierno de Javier Milei promete una nueva dirección para la investigación científica en Argentina, con un enfoque en la colaboración con empresas privadas, el apoyo a áreas críticas y una mayor consideración de las necesidades económicas y sociales del país. Sin embargo, también plantea desafíos significativos, como la financiación insuficiente y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la ciencia básica y la aplicada en un contexto de crisis económica. Esta inusual alianza entre la ciencia y la política seguramente seguirá siendo objeto de atención y debate en los próximos meses.