Cajeros automáticos y billetes pura chala
El déficit de cajeros automáticos disponibles para el usuario, o en su lugar máquinas más rápidas, es muy notorio en todas partes, sobre todo desde que comenzó a crecer el número de beneficiarios de planes y subsidios de toda especie. Los existentes, en general conservan el mismo programa, con algunas diferencias táctiles en la pantalla o la clásica botonera en los márgenes. Lo cierto es las colas son cada vez más extensas y restan un tiempo valioso de la mañana a quienes, por cercanía u oportunidad, hacen el intento en esos horarios. La tarde solía ser más tranquila pero eso también ha cambiado.
La sociedad se ha bancarizado y cobra por cajero algún tipo de remuneración estatal y/o privada, mientras siguen siendo muchas las transacciones que requieren de pagos en efectivo. Algunos, como el Entre Ríos, cargan en estas máquinas considerables sumas en billetes de 100 —en ocasiones en su capacidad total— mientras sostienen el límite de extracción en 40 billetes por operación (4.000 pesos). Ese combo genera otro traspié para los usuarios que se deben armar de paciencia. El tope de extracción son 30 mil, un toco de 300 billetes de cien. No hay bolsillo que lo disimule. Los billetes de 100, como nos gustó decirlo en el título, hoy por hoy son pura chala.
La pérdida del valor de nuestro dinero hizo el resto, haciendo que para pagar lo mismo de antes se necesita mucho más efectivo. Se puede ver a muchos clientes de bancos que pasan por la caja tradicional (interior) y se retiran llevando abultados fajos de un dinero cuyo volumen no representa mayor capacidad de pago. Es fácticamente lo contrario, dado que cuando necesitemos menos billetes para llegar a un monto razonable quizás estemos hablando de la recomposición de nuestra moneda. Los billetes de $ 100 pasaron a ser nuestro “cambio” de hoy, monedas de ayer. Y los de $ 1.000 son insuficientes. Se hace indispensable la impresión de billetes de cinco y diez mil, lo que de paso aliviaría la sobrecarga de la imprenta del Estado (Ex Ciccone calcográfica)