Sociedad
Alimentar a los perros a la misma hora que la familia fortalece vínculos y promueve hábitos saludables
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En la actualidad, los perros y gatos han pasado de ser simples compañeros a convertirse en miembros plenos de la familia. Esta transformación en la relación humano-animal se refleja en rutinas compartidas, emociones y espacios en común, lo que impacta de manera positiva en la salud emocional de todos los integrantes del hogar.
Una de las prácticas que gana terreno es la de dar de comer a los perros al mismo tiempo que la familia se sienta a la mesa. Lejos de ser un detalle menor, este hábito combina cuidado, organización y respeto, y contribuye a generar un ambiente de armonía dentro del hogar.
Beneficios para las mascotas y la familia
Especialistas señalan que la regularidad en los horarios de alimentación favorece la digestión equilibrada de los perros, reduce la ansiedad asociada a la comida y refuerza hábitos de disciplina canina. Además, esta práctica ayuda a los animales a aprender a esperar su turno y respetar los tiempos de la familia.
Más allá de la alimentación, se trata de una experiencia de inclusión social. Aunque las mascotas no compartan la misma comida, el hecho de integrarlas en la rutina de la mesa refuerza en ellas un sentido de participación y pertenencia, consolidando vínculos afectivos sólidos.
Organización, salud y valores familiares
La definición de horarios fijos evita el desorden cotidiano: los perros saben cuándo recibirán su comida y los miembros de la familia pueden organizar mejor sus actividades. Esto previene excesos y fomenta hábitos saludables tanto en las personas como en los animales.
Asimismo, involucrar a todos los integrantes del hogar en esta práctica —incluidos los niños— refuerza valores como la responsabilidad, el respeto y el cuidado hacia otro ser vivo, generando aprendizajes sociales compartidos.
Un ritual que une
El momento de la comida se convierte, entonces, en un ritual cotidiano cargado de cercanía y conexión emocional. Según la psicología aplicada, estos espacios compartidos ayudan a crear un entorno más armonioso y afectivo dentro de los hogares.
Consejos prácticos para implementar el hábito
- Establecer un horario fijo diario.
- Usar recipientes separados para cada mascota y evitar conflictos.
- Supervisar que los animales coman correctamente.
- Involucrar a todos los miembros de la familia en la tarea.