Alfajores artesanales con el sello de Crespo
Crespo.– Salió al mercado local hace poco tiempo una línea de alfajores artesanales rellenos con dulce de leche o de membrillo con mermelada de frambuesa, cubiertos de chocolate blanco o negro, que responden a la marca Rofán. Es un emprendimiento de Roque Rodríguez, oriundo de Crucecita 8va, y Andrea Wolert de Lucas González, un joven matrimonio radicado en nuestra ciudad hace siete años.
La pareja abrió un kiosco con la impronta de ofrecer alguna propuesta propia. “Un día hice alfajores –dice Roque-, nos gustaron y ella insistió para sumarlos al kiosco. Arrancamos haciendo una o dos docenas, se corrió la bolilla y fue creciendo nuestra producción. Llegó un punto en que tuvimos que cerrar el kiosco y dedicarnos de lleno a esto. No nos daba el tiempo para las dos cosas, porque aparte trabajo como empleado”.
“Fue progresivo –señala Andrea-. Arrancamos en octubre del año pasado. Nos dimos cuenta que a la gente le gustaba y decidimos hacerlo más profesional, buscar un envoltorio de aluminio, una linda caja de cartón y las latas decoradas, que fuimos sumando”.
Este verano algunos viajeros llevaron como obsequio, inclusive fuera del país, las latas con alfajores como recuerdo de la ciudad. “La gente está contenta porque es algo de Crespo, rico y bien presentado -agrega Roque sobre el éxito del producto-. Las latas contienen cinco unidades y son para ocasiones especiales, nos piden para hacer regalos, pero no están disponibles en los comercios. En los negocios tenemos por cajas de una docena o se pueden comprar en forma individual”.
– ¿Es una receta propia, modificada?
– Es una receta modificada pero no muy diferente a cualquier receta. La vi en internet y decidimos usar productos de buena calidad, lo mejor, para que salga rico.
Proyección
Roque y Andrea equiparon el ex kiosco con mesas de acero inoxidable y materiales específicos de trabajo para lograr la habilitación y dedicarse a la producción de los alfajores. Muchas veces arrancan un domingo con la masa para llegar al próximo fin de semana con stock disponible.
“No tenemos atención al público. Distribuimos en los kioscos o se contactan con nosotros por las redes sociales y establecemos horarios de entrega” –dice Andrea.
“Una vez que tengamos el rótulo armado –agrega Roque- queremos distribuirlo por la mayoría de negocios, ahora son poquitos a los que llevamos. Ellos mismos nos fueron pidiendo y es lo que nos dio un empujón a animarnos un poco más y entender que existe un mercado”.
El matrimonio tiene el trabajo organizado por día y busca la manera de adelantarlo. Con el tiempo aspiran a incorporar pequeñas herramientas, para acelerar los procesos, como el dosificado del relleno o la bañadora de chocolate. “Hicimos armar una para fundir más chocolate, pero sigue siendo un trabajo manual” -explican.
“Si con el tiempo logramos hacer un producto más industrial –agrega Roque- será sin que deje de ser un alfajor Premium”. Ellos sienten reconocimiento hacia la ciudad que eligieron para vivir, cuando se les dio la oportunidad de cumplir su deseo de radicarse en Crespo, luego de haber andado por otros lugares de la provincia y Córdoba. “Desde que llegamos, hace 7 años, siempre estamos agradecidos con Crespo, nos pasaron cosas muy lindas acá y ese es uno de los motivos por el cual elegimos usar el arco del pórtico como reconocimiento a la ciudad y ojalá un día podamos devolverle un poco de lo mucho que recibimos, con un producto que sea de acá”.