“Acá sabemos producir, lo que no sabemos es quedarnos con el producido”
Crespo- A casi dos meses de su presentación, el “Renault Pro+ Days Agro” llegó a su fin. La iniciativa, llevada adelante por Renault Argentina, se realizó con el objetivo de trasladar a la Alaskan, pick-up que la marca produce en el país, a los terrenos donde mejor se desempeña, enfocándose en las principales zonas agropecuarias.
La localidad elegida para culminar fue Crespo. En el predio de El Castillo se desplegó una vasta serie de propuestas. José Folmer e Hijos fue la firma elegida por Renault Argentina para encontrarse con quienes más le exigen a las pick-ups durante sus labores cotidianas.
El encuentro contó con la presencia de Héctor Huergo, periodista y speaker referente del sector agropecuario, quien brindó la charla “El campo: entre la post pandemia y la guerra de Ucrania”, en la que puso énfasis en el desafío y la responsabilidad de seguir produciendo alimentos, más allá de las dificultades internas. Además planteó las oportunidades que existen para producciones locales.
Crespo potencia
Fue la oportunidad propicia para un mano a mano con Paralelo 32, donde analizó la realidad de la Argentina y el contexto internacional. “Conocía Crespo, he venido varias veces, me siento a gusto porque veo una ciudad con enorme potencia. Veo aquí prosperidad. Recorrí la ciudad, llegué con tiempo y anduve por diversos lugares. Es una ciudad linda, con un parque industrial que crece. Veo trabajo, esfuerzo y ganas de progresar. Veo vida interior y lo celebro”.
Sobre el evento que lo tuvo como protagonista, dijo que “Se acercó un buen marco de público que siguió la charla con atención. Me acusan a veces de ‘optimista’ pero digo que ‘no hay que ser pesimista porque esto puede incluso empeorar’. Soy optimista y en serio, porque creo que la Argentina no es lo que muestran los diarios de las grandes urbes, que por necesidad de su clientela u otras razones no reflejan la vida del interior del país”.
Siguiendo su análisis, afirmó que “Esto se mueve y se movería mucho mejor si la política acompañara la naturaleza de las cosas. Pero lamentablemente la política se pone sus propias metas, se divorcia de la vida real y tenemos que venir a contar lo que todo el mundo sabe: que esto funciona y que sabemos hacerlo funcionar, pero que lamentablemente la política sabe cómo capturar lo que generamos para destinarlo a otros fines. Si se dejara lo que crea el sector, lo que produce, adentro del sector, el país sería mucho más ‘Crespo’”.
El país y mundo
Huergo brindó la charla “El campo: entre la post pandemia y la guerra de Ucrania”. Y Explicó en ese sentido que “La guerra es terrible desde todo punto de vista. Pero sobre todo porque genera distorsión en los tomadores de decisiones. Acá se ha venido hablando de cómo los precios de los commodities energéticos y agrícolas subieron después de la invasión de Putin a Ucrania. Quedó la idea de las ganancias extraordinarias, que todos los economistas y políticos están meneando. Y esas ganancias ya desaparecieron, porque los precios ya bajaron al nivel anterior al de la invasión a Ucrania, no al nivel de los precios que tuvimos en la pandemia. Después hubo una recuperación y ahí estábamos hasta que vino esta invasión y eso produjo un pico de precios, pero ese efecto ya se disipó. Por lo tanto, seguir hablando de ganancias extraordinarias y asustando a los productores diciendo que ‘vamos a ir por más, vamos a subir las retenciones’, es desastroso. Porque ese pico de precios no está más. Y al mismo tiempo, aunque eso no hubiera pasado, sería un disparate pedirle eso a un sector que en algún momento podría haberse tomado revancha. No tiene revancha, tiene que seguir ‘poniendo’ y haciendo lo que sabe hacer. Y no tiene ni precios ni ganancias extraordinarias. Está solamente un poco mejor que en los peores momentos de precios de una actividad que tiene esa fluctuación siempre”.
Bajando al contexto nacional, Huergo comentó a este medio que “Venimos de días movidos, con el campo saliendo a protestar y mostrar su malestar con las políticas de gobierno. Hay muchas razones para protestar. Lo que hace falta es hacerle comprender a la sociedad y los políticos esta necesidad de cambios. Lo que el campo no está mostrando es su belleza del interior. El campo no necesita mostrar miseria, necesita mostrar potencia, la que está desarrollando día a día. Nos cuesta decir que estamos destruidos, porque esto no está destruido, está funcionando, pero con lo que nos queda. Se llevan el 80% del ingreso y con el 20% que nos queda hacemos todo esto”. Siguió: “Vemos parques industriales que crecen, fábricas nuevas, y se hace con el dinero, el esfuerzo y el excedente financiero que le queda al empresario de la zona, al productor agropecuario que quiere agregar valor convirtiendo sus granos en huevos, como pasa en Crespo, y devolverle al campo el guano de las gallinas para que el maíz venga con más rendimiento, mejorando la ecuación económica y ambiental. Todas estas cosas que se viven a diario, en esta zona, se deben transmitir y dar a conocer. Sería mucho mejor este país si tuviéramos ‘Crespos’, más pueblos y localidades funcionando al ritmo de la generación de productos. Acá sabemos producir, lo que no sabemos es quedarnos con el producido”.
La política y el kirchnerismo
Huergo no anda con medias tintas. Da su punto de vista sin pelos en la lengua y se muestra visiblemente enojado con las acciones del gobierno que encabezan los Fernández en el país. “Lamentablemente gran parte de la sociedad no está interiorizada de lo que está pasando y compra el discurso de ‘las 4×4’, ‘los piquetes de la abundancia’, siempre agitados por tendencias ideológicas que no están en contra del campo, sino en contra de la economía libre, de la libertad. Son Pro Cuba, Pro Venezuela, Pro Nicaragua. Eso es el kirchnerismo, esa es su estrategia. Y el 30% de la sociedad los vota, y en algún momento fue más del 40%, por eso tenemos el gobierno que tenemos”, indicó a nuestro cronista.
Planteó que “Es evidente que la sociedad no comprende del todo lo que tiene que saber. No deja de simpatizar con el agro, esto siempre lo aclaro. En el ‘2008, con la 125, donde la sociedad también estaba harta por otras cosas, el campo recibió un acompañamiento fuerte, tanto que provocó el voto ‘no positivo’ del entonces vicepresidente, senador nacional Julio Cobos, arrastrado un poco por ese descontento de las clases medias urbanas”.
“Si lo vemos en términos fríos, más del 30% de la sociedad cree que el discurso populista de que ‘el campo la levanta con palas’ y no ve el esfuerzo creativo del interior, que es distinto a lo que uno ve en los conurbanos. El interior de la Argentina es viable, es competitivo, exporta a 100 países en todo el mundo, incluso productos de valor agregado. Necesitamos más de eso. Hay que explicar todo esto. No vamos a convencer a todos, pero iremos torciendo la muñeca de quienes plantean esta grieta”.
El papel de los medios
Periodista reconocido a nivel nacional, analizó el papel que juegan los de Buenos Aires y los del interior. “Los medios locales juegan un papel importante contando lo que pasa con veracidad, sin ocultar nada y marcando la vida del interior, este tipo de eventos por ejemplo, donde una marca como Renault quiere vender camionetas y sabe que se venden. Compiten entre los concesionarios, y eso es vida, porque necesitamos camionetas nuevas incluso por seguridad, para evitar muertes, ya que en las rutas andar en buenos vehículos es fundamental. Comunicar lo que se está haciendo es el punto de partida”.
Planteó que “Los medios nacionales son manejados por periodistas, y los periodistas tienen ideología. Y si hay un periodista que está bombardeado por los anti-agro, va a repetir eso. El rol de los que estamos en los grandes medios es también discutir con ellos. Muchas veces son impenetrables, a veces podemos torcerles un poco la manija, pero es difícil. Aparece alguien que reclama por el glifosato y enseguida salen disparates en muchas páginas de diarios. Nosotros tenemos que salir a remar contra todo eso, diciendo ‘están mintiendo’, no existen ‘los pueblos fumigados’. Pero ellos tienen su organización, saben sensibilizar y jugar con eso”, ejemplificó.
“Es una batalla cultural que hay que dar. Ellos tienen sus fierros para esa batalla, como los abogados ambientalistas que saben mucho de leyes pero poco de la realidad que se vive en cada lugar, porque no conocen el laburo responsable que meten todos los días productores y quinteros. Es todo cuento, verso, salvo algún despistado que puede hacer un disparate, una excepción a la regla, que es lo que toman después para machacar y plantear que todos los productores son iguales. La gente del campo sabe que tiene que hacer las cosas bien y las está haciendo. Es importante contarlo para que la gente coma y viva tranquila. Lo mismo en las grandes ciudades, pero ahí es más difícil porque están más alejados de la realidad del campo, entonces les parece que las cosas que les cuenta Greenpeace es una verdad pura. Me parece bárbaro que cuiden a las ballenas, pero que no se metan con la producción agropecuaria”. “El mundo viene a ver como es la agricultura argentina, que es eficiente, competitiva y limpia. No podemos tirar manteca al techo, no nos sobra fertilizante como para que se vaya a las napas. Lo ponemos en cuentagotas. El 99,9% de los productores es consciente y hace las cosas bien”, resaltó.